La Autoridad Competitiva y de Mercados del Reino Unido (CMA por sus siglas en inglés) se ha convertido en una veleta, tratando de soportar los vientos que tanto Sony como Microsoft soplan en su dirección. Hace varias semanas, dicha autoridad dio la razón a PlayStation en sus preocupaciones por la potencial exclusividad de Call of Duty, si Microsoft compra a Activision. Microsoft cuestionó la metodología de análisis de la CMA y el regulador reviró. Bueno, pues ahora PlayStation, de nueva cuenta, pone en tela de juicio la perspectiva del órgano antimonopolio.
La reversión de la CMA de su posición sobre la teoría del daño en las consolas es sorprendente, sin precedentes e irracional.
Como parte de una carta de 11 cuartillas, PlayStation insiste en que Microsoft sacará beneficio de convertir a Call of Duty en exclusiva, un beneficio que podría ser 70% mayor al de la estimación de la CMA. Sony encuentra 3 errores en el análisis del órgano:
- Subestima el gasto que los jugadores de Call of Duty hacen en el juego, el cual es superior al de la media, lo cual significaría un impacto mayor, si decidieran migrar a Xbox por motivos relacionados a dicha franquicia.
- Asume que las pérdidas de Xbox por convertir Call of Duty en exclusiva serán siempre iguales, pero ignora que podría haber un volumen importante de jugadores que, de nueva cuenta, migraran de una plataforma a otra, reduciendo paulatinamente esa pérdida.
- Si Activision es de Microsoft, no se deben dividir márgenes de ganancia, así que las copias de Call of Duty que se vendieran en Xbox, representarían un mayor ingreso.
Microsoft compra a Activision
Microsoft tampoco se ha quedado callado, pero en su respectiva respuesta a la CMA, se ha mostrado predeciblemente complacido con la conclusión de que la compra de Activision no será tan dañina para la industria como en un principio consideró el órgano.
En general, Microsoft da la bienvenida a los hallazgos revisados de la CMA y está de acuerdo con la conclusión de la CMA de que la fusión no resultará en una disminución sustancial de la competencia en el mercado de suministro de servicios de juegos de consola en el Reino Unido.
Microsoft insiste en que sería ilógico restringir el acceso a Call of Duty y adelanta que sólo 3% de los jugadores cambiaría de marca, si lo hiciera. Dicho eso, resta tarea por hacer, pues la CMA todavía tiene inquietudes en torno al impacto que la fusión tendrá en la industria del juego en la nube.
La CMA tendrá que emitir el fallo definitivo sobre el pleito entre Xbox, PlayStation y Activision, el próximo 26 de abril, momento que será crucial para la transacción y, de cierta forma, marcará un parteaguas para la industria del videojuego.