Xbox no está muerto, sólo se reinventa, pero podría estar olvidando algo: a sus fans

Xbox no está muerto, sólo se reinventa, pero podría estar olvidando algo: a sus fans

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Xbox No Esta Perdiendo

Con la quijada en el suelo, así fue como muchos quedamos luego de que, durante el fin de semana surgieran reportes sobre la posibilidad de que Xbox lleve sus más atesoradas exclusivas a sistemas de la competencia, poniendo de cabeza una de las convenciones más arraigadas en la industria de los píxeles: la de que el software exclusivo vende consolas y es la única manera de tener éxito en este negocio.

Nintendo Switch no hubiera vendido lo mismo, si Zelda: Tears of the Kingdom también hubiera debutado en PlayStation 5, y PlayStation 5 no sería un éxito comercial, si God of War también hubiera salido en Xbox. Ese es el paradigma bajo el cual, por muchos años, ha operado la industria y que, para ser justos, Xbox lleva años tratando de desmitificar, aunque con algunas contradicciones de por medio.

"Si dependiera de mí, me encantaría eliminar por completo las exclusivas en las consolas, pero eso no me corresponde definirlo", fue lo que, apenas en junio pasado, dijo Satya Nadella, cabeza de Microsoft. Pero, como parte de las deliberaciones relacionadas con el pleito entre Xbox y la FTC, la afirmación, francamente, no parecía honesta.

Microsoft, hoy por hoy, ya no es una empresa convencional

Para colmo, Xbox reviró momentáneamente cuando, a los pocos meses, lanzó Starfield sólo en su ecosistema, como el primer gran fruto de su fusión con Bethesda. ¡Por supuesto! -pensamos muchos-, si Microsoft pagó 7 mil 500 millones de dólares por ZeniMax, no fue en vano. Si nos hubieran dicho, entonces, que meses más tarde, Xbox lanzaría ese mismo juego en PlayStation 5, hubiéramos acusado al profeta responsable de decir locuras.

¿Por qué Starfield fue exclusiva, entonces? Bueno, la conjetura más razonable sería pensar en Starfield como el último gran experimento de Xbox con el modelo de exclusiva AAA, y aunque no fue un fracaso rotundo, probablemente no fue, tampoco, el éxito que permitiera a Microsoft justificar el mantenerse en la misma doctrina de negocios.

¿Por qué Xbox llevará sus exclusivas a PlayStation 5?

Falta, por supuesto, que Xbox confirme lo que, hasta ahora, son "solamente" reportes, y aunque para algunos eso pueda ser un mero un trámite, la realidad es que el futuro de la marca depende de lo que Phil Spencer diga durante el evento, porque las mentadas de madre, los reproches, las vestiduras desgarradas y la confusión reinan entre los fans verdes, en estos momentos. Y es que a los reportes les falta una parte esencial: la lógica. ¿Cuál es la lógica detrás de esta decisión?

Philspencerxboxwire Phil Spencer ofrecerá una explicación sobre el nuevo modelo de negocios de Xbox, la próxima semana

Yo creo tener una idea de cuál es la lógica, esa es la buena noticia. La mala es que no dará consuelo a quienes por mucho tiempo cultivaron la noción de que tener lo que otros no, era el pilar de su estabilidad emocional -una idea que, para ser francos, siempre ha sido alimentada por las marcas, no sólo de videojuegos, sino de cualquier ámbito en el que exista la competencia mercadológica-.

Verás, aquello de que el software vende consolas fue un mantra respaldado por números durante décadas. Tú, como empresa, invertías en tu consola, la sacabas al mercado con pérdida, y recuperabas la inversión vendiendo decenas de juegos (o accesorios) por cada aparato. PlayStation y Nintendo todavía funcionan, más o menos, así.

Microsoft y Xbox, por su parte, están en un universo distinto

"Sentimos que estamos en un buen círculo virtuoso con los estudios, donde la inversión conduce al éxito, lo que brinda aún más inversión, lo que brinda aún más éxito. Nos gusta ese ciclo y pensamos que a los jugadores les gusta ese ciclo", así fue como Jim Ryan, ex-director de PlayStation Studios, articuló, en su momento, la filosofía detrás de la producción de grandes exclusivas y la prohibición de llevarlas a PlayStation Plus en el día de su lanzamiento.

Durante mucho tiempo, esa fue la fórmula ganadora para todas las marcas y compañías convencionales que operaron en la industria. Pero Microsoft, hoy por hoy, ya no es una empresa convencional. Apenas hace un par de semanas, los creadores de Windows superaron la marca del trillón de dólares en valoración bursátil, convirtiéndose apenas en la segunda compañía en lograrlo -la otra es Apple-.

Microsoft es tan, pero tan acaudalado, que puede operar bajo otro repertorio de reglas, y darse el lujo de inventar una nueva doctrina comercial para los videojuegos, una que ningún jugador veterano ha conocido hasta ahora, y en la cual, valores como "la exclusividad" significan poco o prácticamente nada.

Parece ser que, a partir de ahora, la exclusividad es el legado de una época ancestral y aplica, solamente, para mortales como Sony, que operando en el rubro de lo tradicional, han sido claros al establecer a PlayStation como pilar de un negocio exitoso pero más frágil, y a la diferenciación (tener lo que otros no), como cimiento de ese pilar.

¿Cuál es la estrategia de Xbox y Microsoft?

Microsoft y Xbox, por su parte, están en un universo distinto. Uno donde el verdadero negocio pasa por Azure, pasa por Office y pasa por Windows; uno donde facturan más de 200 mil millones de dólares anuales, y donde Xbox juega un rol de reparto, no esencial para la supervivencia o el éxito de la corporación, con miras a que, a mediano plazo, produzca un nuevo miembro de la santísima trinidad de los servicios que ya mencionamos: Xbox Game Pass.

Satya

Así las cosas y luego de intentarlo por más de una década, Microsoft está cambiando violentamente de estrategia, pero no "desenchufando" a Xbox. Satya Nadella y Phil Spencer se pueden dar el lujo de mantenerla viva, mientras reinventan el negocio de los videojuegos con las suscripciones y los billetazos como pilares paralelos. Algo simplemente imposible de imaginar para el resto.

"Hemos invertido mucho dinero en el mercado, más de mil millones de dólares al año, para apoyar juegos de terceros que ingresan a Game Pass. Lo que vemos en Game Pass es un servicio que respalda todo tipo de juegos, desde los más grandes hasta los desconocidos juegos independientes que no sabías que te encantarían hasta que los juegas", declaró Phil Spencer hace algunos meses.

Sí, leíste bien, a Microsoft le cuesta mil millones de dólares anuales mantener Xbox Game Pass. Para poner las cosas en perspectiva, las ganancias de todo Sony, durante 2023, fueron de alrededor de 7 mil millones de dólares, lo que explica por qué PlayStation, simplemente, no puede replicar la misma estrategia, aunque quiera.

Phil Spencer y compañía decían la verdad cuando aspiraban a llevar el gaming a la mayor cantidad de gente, pero eso sólo es factible cuando tienes los bolsillos suficientemente profundos, de otra manera, te quedas sin dinero en un instante.

¿PlayStation gana y Xbox pierde?

Lo que Microsoft nos dice hoy, con su intención de exportar una decena de franquicias a PlayStation es "mi negocio no sobrevive de exclusivas y quiero hacer dinero vendiendo juegos en cualquier parte". Y, con "cualquier parte", Microsoft no sólo se refiere a PlayStation, sino también a televisores, dispositivos móviles y quién sea que se deje después. Eso es algo que jamás se había visto en esta industria. ¿Xbox Game Pass en PlayStation? Es probable. ¿Y en Switch? También.

¿Significa eso que, como lo quieren ver muchos, "PlayStation ganó y Xbox perdió"? No necesariamente. Es verdad que Xbox recurre a esta medida porque fue incapaz de emular la misma estrategia de sus competidoras, ha sido incapaz de crear propiedades intelectuales que vendan sus consolas al mismo ritmo, y a falta de otra opción, explotará su más abundante recurso: el dinero, al punto en el que podrá prescindir de las lealtadas de marca y sacar márgenes de ganancia de ello.

Si Xbox puede permitirse la opción de sacrificar completamente el concepto de exclusividad es porque tiene el respaldo de una compañía que es exponencialmente más grande que Sony, y en síntesis, estamos ante un intento de comparación similar a la que haríamos entre PlayStation y Nintendo, los cuales operan en espectros completamente distintos.

Xbox no está perdiendo, está reinventando la forma de ganar

De hecho, esta polémica decisión consolida una brecha filosófica que jamás había sido tan pronunciada entre los actores de la industria, donde los tres tienen conceptos muy diferentes de lo que "éxito" significa y están dispuestos a alcanzarlo por métodos igualmente distintos. Nintendo, por la vía del ingenio, PlayStation, por la de la exclusiva AAA, y Xbox por la del dinero y los servicios... como siempre lo ha hecho -recordemos a Windows-. Los tres ganan en maneras distintas.

Puesto de otra manera, Xbox quizás ha perdido en el afán de parecerse a PlayStation, pero inventará o, al menos, tratará de inventar una manera propia de ganar, le guste o no a sus fanáticos más empedernidos, quienes tendrán que acostumbrarse a compartir o morir con la boca llena de bilis.

Eso tampoco significa que, como otros también pregonan, PlayStation ahora tenga camino libre, pues, con o sin Xbox, la receta del juego triple AAA como única fuente de recursos está agonizando, no por nada los Ubisoft y los Sony, están apostando por una fórmula híbrida, cuando menos. Y, a falta de un competidor homologado, PlayStation también corre el riesgo de perder el ímpetu.

¿Dónde quedan los fans?

Desafortunadamente, mi columna ofrece solamente una explicación de negocios, donde la decisión tiene sentido, pero será tarea de Phil Spencer (o Microsoft) responder a una pregunta igual de importante que es, dónde quedan sus fanáticos en esta estrategia, y cómo es que comprar un Xbox sigue siendo igual de atractivo, en una época en la que a Microsoft parecer darle igual dónde juegues sus juegos, máxime cuando se habla de que que las exclusivas podrían ya no llegar en día uno a Xbox Game Pass.

Al final del día, Xbox no está perdiendo, está reinventando la forma de ganar en la industria, a su manera, pero muchos de nosotros no estamos listos para entender la victoria bajo los términos que Microsoft está planteando.

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