Hollow Knight Silksong llega a precio de ganga, pero el modelo no es replicable: su costo accesible es una excepción en el mercado de videojuegos

Precio Hollow Knight Silksong
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Ayax Bellido

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Ayax Bellido

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Escribo sobre videojuegos y anime, y me siento muy afortunado por ello. Editor en 3DJuegos LATAM. ¡Llegó el momento de la espada y el hacha, llegó el momento de la locura y el desdén!

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Estamos a escasas horas de uno de los lanzamientos más esperados del 2025: Hollow Knight: Silksong llega a nuestras consolas este 4 de septiembre y los jugadores celebran el regreso a Hallownest, pero también una decisión que ha generado titulares: su precio.

Con un costo de apenas 20 dólares (unos 372 pesos mexicanos, sin tener contemplados los impuestos), la nueva entrega de Team Cherry desafía la norma de una industria en la que los precios estándar de los videojuegos AAA rondan los 70 dólares y comienzan a alcanzar ya los 80. Pero este movimiento, aplaudido por los fanáticos, no es una fórmula universal ni una tendencia que pueda replicarse sin matices.

El precio de Silksong es la exepción, no la regla

Silksong es un caso excepcional, una joya indie que rompe esquemas. Desde su revelación, el juego arrastró años de expectativas, retrasos y especulaciones. Algunos jugadores anticipaban que, tras tanto tiempo de desarrollo y su éxito garantizado, Team Cherry elevaría el precio como harían grandes editoras.

Sin embargo, el estudio australiano, compuesto por un pequeño equipo de desarrolladores, mantuvo su filosofía: entregar experiencias profundas, complejas y con una dirección artística impecable, a precios accesibles. Este planteamiento es parte de su identidad como estudio independiente, donde los costos de operación y marketing no son comparables con los de gigantes como Ubisoft, EA o Sony.

El precio de Hollow Knight: Silksong es, en cierta forma, un reflejo de su naturaleza. Los juegos indie, aunque ambiciosos en diseño, suelen basarse en estructuras de desarrollo más ágiles y equipos reducidos. Esto no significa que sean productos de menor calidad, sino que su propuesta creativa busca experiencias únicas antes que gráficos hiperrealistas o producción cinematográfica. Silksong sigue el legado de Hollow Knight, que con su lanzamiento en 2017 conquistó a millones de jugadores por su nivel de detalle, jugabilidad y atmósfera sin el respaldo de un presupuesto millonario.

Hollow Knight Silksong Llega A Precio De Ganga Pero El Modelo No Es Replicable 1

No obstante, pretender que todos los juegos adopten este modelo es desconocer la realidad económica de la industria. Producir videojuegos AAA hoy implica presupuestos que superan fácilmente los 100 millones de dólares, sumados a campañas de marketing igual de costosas. Entregas como The Last of Us Part II, Starfield o Final Fantasy XVI implican años de trabajo de equipos de cientos de personas, además de tecnología de punta para ofrecer experiencias visuales y narrativas cada vez más complejas. Este nivel de inversión hace que el precio final de 60 o 70 dólares no sea solo una estrategia comercial, sino una necesidad para cubrir costos y garantizar rentabilidad.

Silksong logra posicionarse como un oasis accesible porque no sigue ese modelo. Team Cherry es un estudio pequeño con control total sobre su producto. No hay intermediarios que inflen el precio, ni una estructura corporativa que dependa de grandes márgenes de ganancia. Además, el marketing del juego ha sido en gran parte orgánico: la comunidad ha hecho el trabajo de promoción a través de su entusiasmo y apoyo incondicional, lo que reduce gastos en publicidad y distribución. En pocas palabras, Silksong puede costar 20 dólares porque está diseñado desde su concepción para ser un producto independiente, autofinanciado y con una filosofía que prioriza la relación con sus jugadores.

El contexto del país influye en el precio de los juegos

El contraste se hace más evidente cuando miramos mercados como el mexicano, donde los precios de videojuegos AAA rondan los 1,400 o 1,600 pesos. Aquí no solo influyen los costos de producción, sino factores como impuestos, aranceles, tipo de cambio y la falta de estrategias específicas de distribución. La diferencia entre comprar un juego independiente en digital y un lanzamiento de gran estudio en formato físico puede ser de varios cientos de pesos, lo que hace que propuestas como Silksong resulten especialmente atractivas para quienes buscan experiencias de calidad sin comprometer el bolsillo.

Sin embargo, sería ingenuo esperar que esta política de precios se convierta en norma. Mientras estudios independientes como Team Cherry o Supergiant Games pueden lanzar juegos de 20 a 30 dólares gracias a su estructura, empresas como Nintendo, Sony o Microsoft trabajan con modelos de negocio completamente distintos. Sus juegos no solo financian a miles de empleados, sino también servidores, licencias, investigación tecnológica y marketing global. Reducir sus precios sin un cambio estructural sería insostenible.

No todos los estudios deben seguir el mismo camino: el mercado necesita tanto los grandes lanzamientos de alto presupuesto como las propuestas independientes que desafían el status quo. Silksong brilla precisamente porque existe en ese contraste: es una prueba de que la creatividad, la pasión y el diseño inteligente pueden competir con presupuestos millonarios. Pero también es un recordatorio de que el precio de un videojuego no es solo una cifra arbitraria, sino el resultado de innumerables decisiones económicas, logísticas y creativas.

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