Es probable que lo único que recuerdes del 2019, además de los primeros reportes sobre la pandemia, sea que Sekiro: Shadows Die Twice ganó el GOTY en The Game Awards. Pero ese mismo año hubo otro contendiente que no quedó nada lejos: Crusader Kings III.
Quizás sabes poco o nada de él porque pertenece a una de esas sagas tradicionales de PC, y los juegos de estrategia y simulación jamás se han llevado muy bien con las consolas, en primer lugar por el tema de los periféricos y en segundo por falta de audiencia, algo que quizás obedecía a la escasez de juegos, creando un círculo vicioso.
Pues bueno, las cosas han ido cambiando. Ahora encuentras Cities Skylines, Frostpunk o They are Billions en consola, pero probablemente nunca había migrado un juego de simulación y estrategia tan importante como Crusader Kings III, cuya versión para consola debutó hace algunos días.
Quiero ya ser el rey
Crusader Kings III es una experiencia de juego que no vas a encontrar en ningún otro lugar -de hecho, quizás ni siquiera existe algo igual en PC-. Es un juego que te deja controlar a un linaje de monarcas medieval completo, año tras año, conquista tras conquista y rey tras rey.
Una experiencia bidimensional donde tú construyes tu propia historia
Es importante que asimiles que este no es un juego para niños, en la misma manera que un libro sin dibujos tampoco lo es. Se trata de una experiencia bidimensional, donde tú construyes tu propia historia a partir de tus relaciones con otros personajes y a partir de decisiones difíciles, pero todo funciona sobre un mapa con símbolos. No es un Assassin's Creed Valhalla o un Age of Empires, es un juego de leer.
Aclarado eso, hay que establecer que Crusader Kings III es un juego de una profundidad tremenda, donde conocer los rasgos de personalidad de tus cortesanos y otros nobles es vital para saber cómo interactuar con ellos, pero también para administrar tu reino, algo que haces al designar un consejo.
Este es un juego de arte y símbolos, no de acción o estrategia en tiempo real
En el consejo hay seis espacios: uno para la religión, otro para la diplomacia, uno más para las finanzas, otro para la milicia, uno para la intriga y uno reservado para tu esposa, quien te puede asistir en lo que gustes. Y de ahí se desprenden los rasgos de personalidad de todos los personajes, ya sea que sean buenos para una cosa y malos para otra, o buenos para todo y viceversa.
La interfaz describe con claridad y abundancia los rasgos de cada personaje
Una de las primeras decisiones que deberás tomar será con quién te casarás, ya sea que tu esposa te ayude a estrechar lazos con un reino más poderoso, pero que realmente no tenga un talento particular o que te cases con una chica de baja cuna, pero brillante en todo. Del mismo modo, habrá cortesanos poderosos que exijan un puesto en tu consejo, pero que no sean buenos para nada. Todo esto tendrá efectos evidentes en la dificultad del juego, así como también los tendrá la simpatía o animosidad que otros personajes sientan hacia ti, representada por un número positivo o negativo.
En paralelo, tu rey y tu linaje tendrán su propia progresión, y esta abarcará años y siglos respectivamente. Como jugador, tú puedes controlar el flujo del tiempo, así que, en forma similar a los juegos por turnos, la dinámica del juego consiste en detener el tiempo para tomar decisiones y administrar, y luego darle play a las cosas para ver qué pasa. Y vaya que van a pasar muchas cosas. Buena parte de la magia de Crusader Kings III descansa sobre la situaciones ante las que te pone.
Ser o no ser, esa es la cuestión
De primera instancia, Crusader Kings III puede parecer un juego complejo, pero poco gratificante, sin embargo, los eventos aleatorios y las elecciones son las que realmente ponen este juego en un lugar aparte. Entras a tus aposentos y sorprendes a tu esposa escondiendo algo. ¿La obligas a que te lo muestre, fracturando la confianza o lo dejas pasar con el riesgo de que se esté cocinando una traición? Los aldeanos te ponen ante una mujer que acusan de bujería, pero que realmente es una persona súper talentosa. ¿La mandas al calabozo para complacer a tus súbditos o la reclutas a expensas de popularidad y el favor ante tu obispo? Esta es sólo una minúscula probada de las decenas y decenas de situaciones que pueden ocurrir conforme pase el tiempo.
Asesinar rivales políticos es una herramienta práctica y riesgosa para tu rey
Tus decisiones van a impactar en la actitud de los personajes hacia a ti, descuídala y podrías tener una rebelión entre manos o hasta un intento de asesinato. El juego te avisará si las cosas se están poniendo feas con alguien en particular y cuánto riesgo corres. Quizás un regalo lo resuelva o quizás haga falta mucho más.
El estrés de tu rey también juega un rol. Si lo obligas a tomar decisiones contrarias a sus rasgos de personalidad, el monarca sentirá estrés. Mucho estrés y podría morir, precipitando la migración a su heredero, a quien también controlarás. Ante esto, una amante, puede ser buena idea, pero esa amante podría pasarte heerpes y tú pasársela a tu esposa. Hay un asesino suelto en la corte y ese asesino termina siendo tu obispo. ¿Lo arrestas y te echas encima a la Iglesia u ocultas el acto y, de nuevo, ganas estrés?
Cuidado con portarte mal porque las consecuencias podrían ser embarazosas
Lo que vivirás en Crusader Kings 3, no lo encontrarás en ninguna otra parte
Guerras, traiciones, alianzas, asesinatos, rebaliones, adulterio, venganza, todo pasa en Crusader Kings III y aunque la curva de aprendizaje es escarpada, la recompensa es incomparable. De nuevo, lo que vivirás en Crusader Kings III, no lo encontrarás en ninguna otra parte. Tiene ese efecto propio de los juegos legendarios: el de que quieras contarle a otros lo que te pasó a ti con la sospecha de que probablemente no le pasó a nadie más.
(Casi) Todo el poder en tus manos
Sobra decir, a estas alturas, que todo lo que hemos descrito hasta ahora es... complejo y jugar con mouse y teclado permanece como la mejor manera de experimentar Crusader Kings III. Dicho eso y a pesar de que no es ni siquiera un juego plenamente tridimensional, este es un título que requiere una computadora para videojuegos competente. Si no la tienes, entonces entra la versi´ón para consola.
Nosotros jugamos en Xbox Series S y podemos decirte que es una alternativa muy, muy digerible y tan bien diseñada como un control para consola lo permite. Además, hay sorpresas agradables, como vibración cada vez que ocurre algo relevante -eso, obviamente no existe en PC- y tiempos de carga muy, muy breves. En computadora, las pantallas de carga son largas, aún con un NVMe.
El uso de menús radiales es muy práctico
En términos de mapeo, lo que hizo Paradox fue consolidar sus categorías principales en pestañas que pudieran navegarse con los bumpers, mientras que los gatillos despliegan menús radiales con otras categorías importantes, un recurso elegante y muy común entre las adaptaciones de PC a consola. Acciones clásicas como retroceder, acceder o desplegar una acción secundaria están adecuadamente asignadas a los botones A, B, X y Y, de modo que, entre gatillos, bumpers y botones, tienes una dinámica de juego intuitiva y fluida, pero que no se libera por completo de los bordes ásperos.
Como el flujo del tiempo es vital en Crusader Kings III, darle play y modificar el ritmo con el que avanza es una de esas excepciones donde la adaptación no es intuitiva y requiere que oprimas varios botones a la vez.
Lo que hizo Paradox fue consolidar sus categorías principales en pestañas que pudieran navegarse con los bumpers
No te sorprendará si te decimos que Crusader Kings III requiere un glosario y explicaciones adicionales que en PC funcionan orgánicamente con el mouse. Por ejemplo, si te presentan una decisión, las consecuencias de las alternativas disponibles aparecen cuando les pasas el mouse por encima. Acá activas el cursor oprimiendo la palanca izquierda, pero usar un cursor nunca será lo más cómodo en consola. Además, la superposición de ventanas que en PC se resuelve simplemente moviéndolas, en consola precisa que cierres todo por completo o te resignes a una pantalla abotagada, donde ciertas cosas quedan ocultas.
El amontonamiento de ventanas y el uso de cursor son algunas de las cosas incómodas del juego
Para ser justos, no hay muchas alternativas imaginables para este tipo de situaciones porque el juego requiere una fuente más grande que en computadora y eso significa menos espacio. Este es un juego de mucha lectura, pero afortunadamente es cómodo de jugar en la pantalla de un televisor y eso es vital. Vaya, nos inclinamos a pensar que realmente se hizo lo mejor que se pudo con las limitantes de la plataforma.
Antes de terminar con esto, es importante mencionar que Crusader Kings III para consola no tiene aún la expansión de Corte Real que el juego recibió hace algunas semanas. La experiencia sin ello sigue siendo espectacular, pero fue un DLC que sí aportó algo distinto.
Corte Real agregó a la versión para PC un modo 3D que permite a tu rey atender a sus súbditos "en persona" y tomar otro repertorio de decisiones importantes. Además, añade una serie de roles para tus cortesanos, aparte de médico, como tutor o guardaespaldas, y viene con una progresión paralela con todavía mayor profundidad. Ojalá en algún punto llegue a consola.
Más vale solo que mal acompañado
En donde Paradox definitivamente no ha hecho lo mejor posible es en el multiplayer y esto aplica tanto para PC, como para consola. En ese frente, Crusader Kings III se siente como un juego viejo que te obliga a navegar por extensas listas de sesiones, algunas de ellas privadas y otras en donde, por ejemplo, el juego puede estar pausado, sin que puedas hacer nada. También puede ocurrir que quieras entrar y antes de que se carge la sesión, te expulsen sin que sepas por qué.
El modo online de Crusader Kings III es súper incómodo
Una vez que logras acceder a una partida online, el problema es el flujo del tiempo. Acelerar y desacelerar el tiempo a tu ritmo es vital para disfrutar el juego, pero en línea estás a merced de terceros, lo cual puede suponer partidas híper aceleradas, que ni siquiera te permitan intervenir en las situaciones que se te presenten. Tienes derecho a poner pausa por unos segundos, pero jugar Crusader Kings III con prisa no está padre.
En pocas palabras, si vas a jugar en línea, lo mejor será que lo hagas con gente que conozcas, para que la experiencia sea placentera, ya que en términos generales, Crusader Kings III es un juego donde el ritmo de progreso es indispensable.
El juego viene en español latino y nos complace informar que luego de varios años, parece que Paradox por fin pudo pulir la localización para que no estuviera plagada de typos e incluso terminología de programación colada entre las líneas de texto.
Y la música, bueno... la música es un manjar tremendo. Una de las mejores bandas sonoras que encontrarás allá afuera, especialmente si te gusta la música medieval. Si no nos crees, abre Spotify y escucha Knights of Jerusalem. Uff.
No te vamos a mentir, Crusader Kings III es un juego que requiere paciencia y tiempo, pero es es-pec-ta-cu-lar. Es un juegazaso, que bien pudo ser GOTY en 2019, y aunque la adaptación para consola no es perfecta, mantiene intacta la esencia de la experiencia, una que no vas a encontrar en ningún otro lugar y que acerca la magia del PC Gaming a la consola. Paradox hizo lo mejor que pudo y el resultado es digno de un rey.