Desde que se anunció en enero, la compra de Activision por parte de Microsoft ha dado mucho de que hablar, debido en buena medida a la escala de la transacción (casi 70 mil millones de dólares), pero también por lo que supondría para la industria que Call of Duty cayera en manos de Xbox, quizás, de forma exclusiva.
No pasó mucho antes de que legisladores, líderes de opinión y, por supuesto, Sony, protestaran contra lo que se ha visto como un movimiento riesgoso para el equilibrio de la industria, y tal parece que el cabildeo ha surtido efecto, pues el medio estadounidense Politico asegura, con base en 3 fuentes anónimas con conocimiento en la materia, que la Comisión Federal de Comercio probablemente busque bloquear la transacción mediante una demanda.
La demanda todavía no está garantizada, pero parece haber razones de peso para proceder tan pronto como en un mes, entre ellas, la preocupación de que la compra de Activision otorgue a Microsoft "un impulso injusto en el mercado de los videojuegos", explica Politico.
Cabe acotar que la demanda no necesariamente significaría el fin de la compra, pero sí una batalla legal que retrasaría el cierre del trato. Sin embargo, ambas compañías tienen hasta julio para concretar el acuerdo, de lo contrario tendrían que renegociar o abandonarlo por completo.
Este es un frente muy importante en el pleito por concretar o bloquear una de las compras más grandes en la historia de la industria tecnológica, pero hay varios otros abiertos, especialmente en Europa, y ejecutivos de ambos, tanto Microsoft como Sony están tratando de persuadir a las autoridades competentes de fallar a su favor, incluso a costa de su reputación.