Call of Duty cambia para siempre, la razón: el mal recibimiento de Black Ops 7. Esto pasará con la franquicia

Durante casi dos décadas, Call of Duty se acostumbró a marcar el calendario de la industria con una precisión casi militar: un nuevo juego cada año, sin excepciones. Modern Warfare y Black Ops se convirtieron en pilares de ese modelo, alternándose o incluso solapándose para mantener a la franquicia en conversación permanente. Hoy, sin embargo, ese ciclo comienza a romperse. Activision ha confirmado un cambio estratégico que podría redefinir el futuro de una de las sagas más influyentes del videojuego contemporáneo.

Call of Duty deja sus lanzamientos anuales

El anuncio llega en un momento delicado. Call of Duty: Black Ops 7, la entrega más reciente, no ha logrado el impacto esperado ni en recepción ni en conversación, lo que ha obligado al equipo a reaccionar de forma directa. Como medida inmediata, la compañía abrirá la próxima semana el multijugador y el modo Zombis de manera gratuita para todos los jugadores, acompañado de un fin de semana con Doble XP. El mensaje es claro: quieren que el público pruebe el juego sin barreras y forme su propia opinión.

Sin embargo, el movimiento más significativo no está en ese acceso gratuito, sino en la reflexión que lo acompaña. Activision ha reconocido públicamente que su estrategia de lanzamientos anuales necesita un replanteamiento profundo. En un comunicado publicado en la página oficial de Call of Duty, el estudio confirmó que dejará de lanzar entregas de Modern Warfare y Black Ops de forma consecutiva o automática año tras año:

"Ya no lanzaremos juegos de Modern Warfare o Black Ops uno tras otro. Hay muchas razones, pero la principal es asegurarnos de ofrecer una experiencia absolutamente única cada año".

La razón principal, según explican, es evitar que las nuevas entregas se perciban como simples variaciones de un mismo producto. El equipo asegura que su objetivo es ofrecer “una experiencia absolutamente única cada año”, alejándose de la innovación incremental que ha definido a la franquicia en los últimos tiempos. En lugar de pequeños ajustes, el plan es apostar por cambios más ambiciosos en diseño, ritmo y propuesta general, aunque por ahora no han detallado cómo se materializará esta nueva visión.

El anuncio funciona también como una admisión implícita: el modelo anual ha mostrado signos claros de agotamiento. Aunque Call of Duty sigue siendo una marca poderosa, la saturación, las comparaciones constantes entre entregas y la presión por cumplir plazos han terminado afectando la percepción del público. El hecho de que Black Ops 7 requiera una estrategia de prueba masiva gratuita habla de una franquicia que ya no puede apoyarse únicamente en su nombre. A eso, debemos sumar que este año también ha tenido competencia con juegos como Battlefield 6 y Arc Raiders.

El cambio no implica, al menos por ahora, una pausa total en la saga, pero sí sugiere una reorganización del calendario y de los equipos creativos. Al espaciar las entregas de Black Ops y Modern Warfare, Activision se da margen para experimentar, arriesgar y, sobre todo, justificar cada lanzamiento como un evento verdaderamente distinto, no como un capítulo más en una cadena predecible.