Todo lo que hizo grande al juego original está de vuelta. Reseña de Metal Gear Solid Delta Snake Eater: el remake más controversial y esperado del año

Guillermo Pérez Verduzco Zopfy

Editor Jr

Regresemos al año 2015. Mientras el mundo disfrutaba de películas como Intensamente, los aficionados a los videojuegos se sumergían en algo llamado Metal Gear Solid V, la obra que concluiría el trabajo de años de uno de los creativos más destacados de la industria: Hideo Kojima. Lamentablemente, este título también marcó el fin de la relación de Kojima con la que por muchos años fue su casa, Konami.

¿Por qué se separaron? Bueno, ambas figuras partieron caminos por diferencias creativas y cambios internos en la empresa que relegaron el negocio de los videojuegos, dando prioridad a otro tipo de negocios mucho más productivos para la compañía. Con el pasar de los años, Konami volvió a ver con buenos ojos el desarrollo de videojuegos y decidió darle una nueva oportunidad, permitiendo que otros estudios trabajen con sus franquicias. Tras el éxito del remake de Silent Hill 2 ahora toca hacer una nueva versión de la saga de espionaje táctico más relevante de la industria: Metal Gear Solid.

Fue así que, en mayo de 2023, Konami anunció Metal Gear Solid Delta: Snake Eater, un remake de Metal Gear Solid 3 desarrollado con el apoyo de Virtuos. ¿Será igual de bueno sin la presencia de Kojima? Nosotros ya pudimos probarlo a fondo y aquí te contamos si la nueva cara de Metal Gear Solid 3 vale la pena o no.

Una obra maestra sin su creador

Para los recién llegados, la elección del tercer juego puede ser confusa. Sin embargo, Metal Gear Solid 3 marca el inicio cronológico de la historia, explorando la juventud de Snake, mejor conocido en aquel entonces como Naked Snake. Esto lo convierte en un excelente punto de partida para una saga con una narrativa profunda y, a veces, compleja. Si nunca lo has jugado te damos un poco de contexto.

La trama del juego se desarrolla en el año 1964, en plena Guerra Fría. Naked Snake debe infiltrarse en la Unión Soviética para rescatar al científico armamentista Nikolai Stepanovich Sokolov, quien se encuentra desarrollando el próximo gran avance militar: el Shagohod, un arma capaz de lanzar ataques nucleares desde cualquier sitio, el precursor del arma conocida como Metal Gear.

Como pasa en este tipo de misiones, el camino para cumplir el objetivo estará lleno de dificultades, la primera de ellas es The Boss, la mentora de Snake, quien decide traicionar a su país y dejar al borde de la muerte a nuestro protagonista. Esto le permite a Volgin, un coronel soviético, lanzar una ojiva nuclear, lo que indiscutiblemente crea una crisis internacional entre Estados Unidos y la Unión Soviética.

Ahora la misión es eliminar a la traidora, destruir el Shagohod y acabar con el coronel Volgin. Como ya te estarás imaginando, esto no será una tarea fácil, porque entre Naked Snake y su objetivo se interpone la Unidad Cobra, un grupo de soldados de élite con habilidades únicas y personalidades bastante extremas.

No quisiéramos contarte más porque te arruinaríamos la trama, pero debes saber que los diálogos, las historias y los personajes son pilares de esta saga. La experiencia de Metal Gear Solid trasciende lo jugable, y se sumerge en el contexto sociopolítico, la guerra, las traiciones y las historias crueles. Un auténtico cóctel de genialidad

La química que tiene Snake con la Unidad Cobra es intrigante y aunque son el enemigo, de cierta forma no puedes evitar sentir un cariño especial por ellos, especialmente si jugaste la versión original del juego hace poco más de 20 años.

Y es que la atención al detalle con la que se crea el relato nos sigue dejando encantados. Pequeñas gestos como usar "Gran Guerra" para referirse a la Primera Guerra Mundial o las recomendaciones cinematográficas de Paramedic, que reflejan la cultura de los años sesenta, nos volaron la tapa de los sesos y estamos seguros que contigo tendrán el mismo efecto, hayas jugado el juego en su momento o seas un nuevo iniciado de la saga.

Así es jugar como Snake en 2025

Recordemos que estamos frente a un remake, así que el estilo de juego es muy similar a lo que vimos en Metal Gear Solid 3, pero si eres nuevo en la saga, te daremos un poco de contexto. Se trata de un juego de acción de espionaje táctico en tercera persona, lo que implica que el objetivo principal es completar las misiones con la máxima discreción, en lugar de recurrir a la confrontación directa.

Dicho eso, la novedad más notable es que ahora hay una nueva opción de juego: una cámara en tercera persona situada por detrás del hombro de Naked Snake. Aunque también existe el modo clásico, donde la cámara se coloca en la misma posición a la del juego original. Ambas son bastante cómodas. Eso sí, en el nuevo modo habrá momentos en los que tu visión del entorno no será tan clara; por ejemplo, al tirarse pecho tierra en arbustos, es imposible ver a los enemigos cercanos. Mientras que en el modo original, es más fácil jugar con la cámara.

Después de probar ambos estilos, nos quedamos con la cámara en tercera persona, pues con la cámara original era fácil perderse detalles; así nos pasó cuando llegamos a la sección de la cueva. Con la configuración original resultaba más complicado ubicarnos y terminamos dando varias vueltas, mientras que el nuevo estilo nos invitó a seguir el camino correcto desde el principio.

El gameplay de Kojima se basa en el uso de herramientas, al estilo James Bond. A diferencia de Death Stranding, donde los gadgets se obtienen a través de misiones secundarias, aquí es necesario explorar cada rincón para encontrarlos. Desde armas pesadas hasta objetos variopintos como cigarrillos con humo somnífero o gafas de visión nocturna, estas herramientas ofrecen libertad al jugador para abordar los desafíos de diversas maneras: desde el sigilo no letal hasta la eliminación a distancia.

Como te decíamos hace unos momentos, en este juego hay mucha atención al detalle y eso también se nota en el gameplay. Snake debe conseguir recursos y armas en el escenario, incluyendo la caza de animales para alimentarse. La comida es crucial para mantener la energía, pero es importante tener precaución, ya que algunos animales son venenosos y si no te alimentas, tu estómago sonará y los enemigos podrán detectarte. Además, apuntar será más difícil, ya que al estar débil el pulso de Snake comenzará a temblar.

Incluso el entorno presenta desafíos: mordeduras de serpientes o picaduras de escorpiones, trampas y la gestión de la batería, la respiración y la barra de energía son elementos a considerar. El tratamiento de las heridas es específico y, aunque parezca complejo, es intuitivo. Estos detalles hacen del juego una experiencia desafiante pero adictiva.

Las boss battles ideadas por Kojima son de las mejores que se han visto en la industria

Pero el reto no termina al cumplir la misión y no ser detectado, también hay otras cosas por hacer. Las ranas Kerotan, coleccionables escondidos por el mapa, están de regreso, ahora acompañadas de patos que son más difíciles de encontrar debido a su camuflaje, incitando así a la exploración.

La única modificación en el juego principal es la inclusión de una sección de consejos, un menú que orienta al jugador. Aunque no es intrusiva, sentimos que le resta importancia a las conversaciones por códec, que en el juego original ofrecían pistas de forma más inmersiva.

Otro añadido, un tanto menos notorio, son los nuevos trajes con habilidades: el dorado (que arruina el camuflaje pero aumenta la velocidad), el de sigilo (que anula el sonido de los pasos), el de armadura (que reduce el daño) y nuestro favorito, el de cocodrilo. Al menos para nosotros, el traje de sigilo resultó ser el más útil para la infiltración.

Las batallas contra jefes, diseñadas por Kojima, son legendarias y muchas de ellas permanecen en esta versión. Hay múltiples formas de derrotar a cada enemigo, y la experimentación con el inventario es clave. Por ejemplo, y un pequeño spoiler, cuando te enfrentes con un viejo al borde de la muerte, si adelantas el calendario de la consola una semana en el futuro, cuando entres en el juego lo encontrarás muerto por la vejez. Y ojo con los comentarios de los enemigos porque pueden ser pistas valiosas para derrotarlos. Sin temor a caer en una hipérbole, podemos afirmar que las boss battles ideadas por Kojima son de las mejores que se han visto en la industria de los videojuegos.

Un diseño moderno, pero con algunos fallos

Por último tenemos que hablar del apartado visual de Metal Gear Solid Delta. El estilo visual nos encantó, así era como imaginábamos Metal Gear Solid 3 desde que éramos niños. Los escenarios están llenos de vida y logran atraparte por completo. Las caras de los personajes se ven más reales que nunca, y en general, ver el juego con estos gráficos es muy satisfactorio. Curiosamente, el título no está hecho en Fox Engine, el motor gráfico creado para Metal Gear Solid V. En esta ocasión, se utiliza Unreal Engine 5 y es un acierto de altura.

Pudimos probar el título en PS5, y en general, el juego tenía un rendimiento sólido. Solo tuvimos caídas en la velocidad de los fotogramas en un tramo al final de la trama y en algunas pantallas de carga, pero nada que arruinara la experiencia. No está de más que les recordemos que el juego cuenta con modo rendimiento y modo calidad, para que el jugador pueda elegir el que más le agrade.

El diseño sonoro es otro apartado que brilla bastante. Cuando estábamos ocultos, podíamos escuchar a los insectos o serpientes que buscan envenenarte. Lo mismo ocurre con las pisadas de los enemigos: aunque estén en un punto ciego, podemos saber qué tan cerca o lejos están por el volumen de sus movimientos.

La música ambiental compuesta por Harry Gregson Williams, es ya un clásico que evoca el bosque soviético, sin mencionar la banda sonora que suena cuando te detectan, que logra ponerte en un estado de total alerta. Y por si estabas con el pendiente, la canción "Snake Eater" de Norihiko Hibino se mantiene intacta en esta nueva versión. Y a modo de nota, nos complace confirmar que gran parte de la experiencia original permanece intacta: las voces (con David Hayter como Snake), las escenas, la ubicación de objetos, los puzles y los easter eggs.

¿Vale la pena Metal Gear Solid Delta: Snake Eater?

Si tuviéramos que explicar por qué Metal Gear Solid Delta: Snake Eater es uno de los mejores remakes que hayamos visto, habría mucha tela de donde cortar. Empezando por su trama, que es tan rica en elementos, que resulta increíble encontrarse con propuestas como esta actualmente.

A eso se suma la manía de Kojima por convertir todo en una herramienta y permitir al jugador usarlas de formas diversas y creativas. Esa libertad se vuelve muy satisfactoria, especialmente cuando es para resolver un puzzle que parecía imposible en un primer momento.

Con todo lo bueno que hemos dicho, la pregunta ofende: claro que vale la pena. Si vienes de jugar Death Stranding, este es un gran punto de entrada a la trágica, pero hermosa historia de Snake, y si eres un veterano de la saga, es una gran manera de revivir el clásico, que, pese a quien le pese, tenía controles y movimientos que ya se sentían algo geriátricos para los estándares actuales.

Sabemos que la ausencia de Kojima puede desmotivar a los fanáticos más acérrimos, pero les aseguramos que todo lo que amaron de Metal Gear Solid 3: Snake Eater está en Metal Gear Solid Delta.

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