Entramos al cuarto día del juicio del siglo en el mundo de los videojuegos, y hoy toca turno de testificar a Bobby Kotick, cabeza de Activision, y Satya Nadella, director de Microsoft. Pero antes de que siquiera empezara la audiencia, apareció la primera bomba: un intercambio de correos entre Jim Ryan, mandamás de PlayStation, y el antiguo director de Sony Computer Entertainment, Chris Deering.
En los documentos que datan de principios de 2022, Ryan descarta que la jugada de Microsoft sea ir por Call of Duty, sino algo más grande, para lo cual tienen el dinero: el mercado móvil. Dicho eso, el directivo y Deering critican el exagerado precio que Xbox estaría dispuesto a pagar por el negocio móvil de Activision o, en su defecto, por pactos de exclusividad -si es que ese fuera el caso- y, al final, Deering hace un comentario chocarrero, afirmando que le hubiera venido mejor a Microsoft anunciar un auto eléctrico que la compra del publisher.
Si esto fue un intento de evitar a PS5, etc., creo que fue sobrevalorado en gran medida y no tendrá éxito significativo. Supongo que Microsoft puede malgastar ese tipo de valoración sin sufrir más daños que beneficios, pero no pierdo ni un segundo de sueño por el futuro de nuestro proyecto. Espero que estés de acuerdo. Saludos. PD: Hubieran tenido mejor suerte anunciando un nuevo coche eléctrico.
here's the bombshell Jim Ryan email about Xbox exclusivity with Chris Deering, who says Microsoft would have been better off announcing an electric car than buying Activision🙃 More about the email here: https://t.co/733gxlp9ca pic.twitter.com/cUvV0Ywhmy
— Tom Warren (@tomwarren) June 28, 2023
Aquí está el impactante correo electrónico de Jim Ryan sobre la exclusividad de Xbox con Chris Deering, quien dice que Microsoft habría tenido más suerte anunciando un coche eléctrico que comprando Activision.
Independientemente de las críticas a la estrategia o las burlas, el intercambio de correos resulta sumamente trascendente porque echa por tierra uno de los pilares de la estrategia de PlayStation que consiste en advertir sobre la posibilidad de restricciones en el acceso a juegos como Call of Duty, si la compra se concreta.
Es importante acotar que tanto la FTC como la CMA, y la propia PlayStation han repartido sus argumentos en contra de la compra de Activision por varios frentes, incluyendo la nube y el daño a la competitividad al poner ciertos títulos en Xbox Game Pass, a pesar de que ello no conlleve elementos de exclusividad, propiamente hablando.