El mercado de videojuegos de realidad virtual es tan nuevo y tan pequeño que resulta sorprendente que una serie llegue a su tercera entrega. Este es el caso de Pixel Ripped, los juegos desarrollados por el estudio brasileño Arvore que con su interesante concepto de permitirnos jugar juegos retro dentro de la realidad virtual llega a su tercera iteración.
Mientras que las entregas anteriores de Pixel Ripped nos llevaron a explorar la magia de consolas portátiles como el Game Boy y la era de los juegos en 16 bits, el nuevo Pixel Ripped 1978 nos lleva al génesis de la industria de los videojuegos contemporáneos.
No resulta extraño que este concepto de aventuras de realidad virtual que involucran juegos retro haya llamado la atención de importantes publishers. Atari aprovecha la celebración de sus 50 años de historia publicando el nuevo juego de la serie Pixel Ripped, mismo que retoma muchos elementos de su historia para dar más autenticidad a su propuesta.
¿Qué esperar de este juego que nos permite jugar juegos retro de Atari y meternos dentro de ellos? Aquí te lo decimos.
El mundo de Dot está en peligro y una desarrolladora de Atari tiene que salvarlo
Pixel Ripped 1978 comienza justo donde terminó Pixel Ripped 1995. Parece que el mundo digital de la rubia heroína Dot está por fin a salvo, pero no tarda en llegar el malvado Cyblin Lord a destruirlo todo. Ante esta catástrofe Dot debe emprender de nuevo un viaje a través del tiempo y el espacio para restaurar su mundo y salvar a todos sus habitantes.
Dot es informada que la clave para acabar con el Cyblin Lord y salvar su mundo digital reside en el origen de todo el mundo de Pixel Ripped. Con esto en mente, Dot debe buscar a la desarrolladora de videojuegos Barbara ‘Bug’, quien trabajó en Atari durante hace algunas décadas en el primer Pixel Ripped.
Con este contexto, te tocará como jugador tomar el papel de Bug mientras atiende sus responsabilidades de desarrolladora de Atari y recupera los recuerdos de su infancia para salvar definitivamente el mundo de Pixel Ripped.
Un día de trabajo en las oficinas de Atari
Si jugaste alguna vez un juego de Pixel Ripped te encontrarás con una experiencia muy familiar desde los primeros minutos de la nueva entrega. El principal concepto de la serie es dejarte disfrutar de juegos retro dentro de la realidad virtual, aunque la magia del formato permite que estos juegos lleguen a romper la cuarta pared cuando algunos de sus elementos salen de la pantalla y también te permiten meterte dentro de los juegos para explorarlos en una aventura tridimensional.
La mayoría de Pixel Ripped 1978 sucede en el escritorio de Bug en las oficinas de Atari. Dot logra establecer contacto con Bug y meterse en los juegos que está desarrollando, mismos que se presentan como un plataformero bidimensional con algunos elementos de metroidvania.
Si bien el diseño de niveles no corresponde mucho con los juegos de la época –que eran mucho más sencillos–, Pixel Ripped 1978 aprovecha la estética de los clásicos de Atari para recrear un juego que pareciera haber salido de esta época. El juego aprovecha las licencias de Atari para presentarnos varios escenarios que parecieran haber existido en la realidad pese a ser hechos a la medida de esta experiencia de realidad virtual.
Dicho esto, la mejor parte del juego es experimentar lo que sería sentarse en un escritorio de las oficinas de Atari a finales de los 70s con toda una ambientación que nos recuerda el origen de muchos juegos que fueron importantes para la historia de la industria de los videojuegos. Es muy mágico tratar de concentrarte en jugar un juego retro en una pantalla virtual frente a ti, mientras tus compañeros de trabajo te distraen con peticiones cotidianas, escuchas charlas de pasillo sobre el desarrollo de juegos de Atari, se te encomiendan tareas como encontrar bugs en sus juegos y contestas el teléfono. Esto es algo que hace única a la serie Pixel Ripped y que, una vez más, alcanza un nuevo nivel de inmersión con esta aventura que te pone en la piel de una desarrolladora de Atari.
Entrando en el juego…
Pero no todo es el plataformero y shooter 2D que juega Bug en su oficina, pues la desarrolladora tiene un brazalete especial que le da el poder de meterse en los juegos y controlar a Dot en primera persona. El juego fluye entre los dos plansos. A veces hay que meterse al juego a desbloquear algo que permita seguir avanzando en el plataformero 2D para poder progresar.
Aunque tiene su magia sentir que uno entra en el juego, quizá es la parte menos sorprendente de Pixel Ripped 1978. El juego funciona como cualquier shooter en primera persona de realidad virtual, aunque los enemigos son muy básicos en sus movimientos y ataques. Es posible disparar o hacer ataques con armas melee para acabar con los adversarios, pero con excepción de uno que otro jefe –que no dejan de ser esponjas de daño– no hay mucha dificultad a la hora combatir.
El diseño de niveles en estos tiroteos tridimensionales tampoco es muy interesante que digamos. Te encontrarás con una superficie plana con una que otra pared pixelada, siendo la única motivación de llegar a cada rincón de estos planos laberintos el poder encontrar cartuchos de Atari dorados que fungen como el principal coleccionable.
Conforme avanzas en la aventura, será posible desbloquear varias herramientas que permiten acceder a zonas que antes no eran explorables, pero no hay una verdadera motivación para ello fuera de seguir progresando o querer sacar el 100% en tu archivo de guardado.
Lo que sí es muy bueno son las batallas contra los jefes. Al final de cada nivel te encontrarás con brechas temporales que te permiten transportarte a otras épocas y salvar los recuerdos pasados de Bug. Estos niveles te ponen una vez más a tomar los controles de un juego retro, pero los jefes terminan llevando los elementos del juego clásico al mundo ‘real’ para crear interesantes batallas que también son muy espectaculares al experimentarlas en realidad virtual.
¿Vale la pena Pixel Ripped 1978?
Si ya jugaste Pixel Ripped con anterioridad, quizá esta nueva entrega no será tan sorprendente como la primera vez. La fórmula de tener juegos clásicos dentro de un juego de realidad virtual, saltar entre el mundo ‘real’ y el virtual y que se rompa constantemente la cuarta pared de los títulos retro que estás jugando es inigualable, pero para esta tercera entrega quizá no sea tan sorprendente para quienes han seguido la serie desde sus inicios.
No obstante, el mérito principal de Pixel Ripped 1978 es integrar la licencia de Atari para ofrecernos una aventura más auténtica, aunque tomando en cuenta esta alianza pudo haberse aprovechado para incluir muchos otros juegos famosos de Atari que únicamente se mencionan, pero nunca aparecen como tal en el juego. Si vienes esperando una colección de juegos de Atari en VR acá no la vas a encontrar, pero lo que ha hecho Arvore con la licencia del publisher le da un toque de autenticidad a su propio estilo de juegos que ya están muy bien posicionados entre el mercado de juegos de VR.
Con entornos detallados y una experiencia magnífica de jugar clásicos en realidad virtual con distractores externos y mecánicas que rompen la cuarta pared, Pixel Ripped sigue siendo un juego inigualable en el formato y una vez más es una experiencia memorable, aunque también un tanto reiterativa. Pese a ser un juego corto (de unas 4 o 5 horas) su precio de 24.99 dólares se siente balanceado y justo para lo que ofrece. Te lo recomendamos y te recordamos que puedes adquirirlo en Steam VR, Meta Quest 2 y PSVR 2, siendo esta última la versión que jugamos.