Después de haber participado en el desarrollo de Silent Hill como director y creador de su atmósfera única, Keiichiro Toyama se embarcó en una nueva aventura de survival horror con Siren. Este juego, si bien temáticamente está estrechamente relacionado con Silent Hill, llevó el horror japonés aún más allá, ofreciéndonos una de las experiencias más perturbadoras dentro del género y, sin duda, uno de los mejores títulos en la historia del PS2.
El sucesor espiritual de Silent Hill
Como director del primer Silent Hill, donde definió el tono y la atmósfera que tendría posteriormente toda la franquicia, Keiichiro Toyama decidió dejar Konami para fundar su propio estudio, en donde se embarcaría en la creación de Siren, un proyecto muy parecido a SH, pero más personal y experimental en el terreno del horror japonés.
Lo cierto es que Siren se distanció de la fórmula clásica de supervivencia al centrar sus mecánicas en el sigilo y su narrativa en el terror ambiental. Su historia sigue a un periodista llamado Kamiya, quien, tras sobrevivir a un accidente de tráfico, se ve atrapado en el extraño pueblo de Hanuda. A lo largo del juego, Kamiya desentrañará los oscuros secretos que azotan el pueblo, al mismo tiempo que deberá escapar de una realidad donde la muerte y las almas perdidas acechan en cada rincón.
Expandiendo los límites del survival horror
A diferencia de otros survival horror, Siren presenta una mecánica única conocida como sight-jacking, la cual permite a los jugadores tomar el control de los ojos de los enemigos para espiar su entorno y planificar sus movimientos, una mecánica que, vale la pena mencionar, se entrelaza perfectamente con la narrativa, ya que los personajes deben moverse con cautela para evitar ser detectados por los monstruos.
De igual forma, Siren se destacó por su atmósfera opresiva, su enfoque en la estrategia, y su narrativa fragmentada, algo que después se volvería muy popular con los soulslike. En este sentido, queda claro que al día de hoy sería increíble contar con un remake o una nueva entrega, pues sería una gran manera de revivir el miedo más nostálgico de este tipo de juegos.
Es una lástima que Siren siga atrapado en la PS2, y es que este es uno de esos juegos que merecen ser redescubierto por nuevas generaciones de jugadores. Para nuestra fortuna, por lo menos Konami ya se puso las pilas y encendió la máquina de producción de Silent Hill.
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