Diputada de Movimiento Ciudadano busca que los esports sean considerados deporte en México: esta es su iniciativa

La discusión sobre el lugar que ocupan los videojuegos y los esports dentro de la sociedad mexicana vuelve a la agenda pública, esta vez desde el ámbito legislativo. La diputada federal de Movimiento Ciudadano, Irais Reyes, ha decidido impulsar una iniciativa para que los deportes electrónicos sean reconocidos formalmente como un deporte ante la ley, una postura que contrasta con la narrativa predominante que ha rodeado al gaming en los últimos meses en México.

Menos estigma para los videojuegos, más promoción

Irais Reyes se ha convertido en una de las voces más visibles en defensa de la comunidad gamer desde que el Gobierno de México anunció la aplicación de un impuesto especial del 8% a los videojuegos considerados violentos. En aquel momento, su intervención en tribuna, con un control de Xbox en mano, marcó un gesto simbólico y político al rechazar una medida que, a su juicio, no atiende las verdaderas causas de la violencia en el país y que, por el contrario, estigmatiza una forma de entretenimiento y expresión cultural ampliamente adoptada por jóvenes y adultos.

Lejos de limitarse a la crítica, la diputada ha decidido avanzar hacia una propuesta concreta. Durante un evento realizado en Nuevo León y acompañada por integrantes de la comunidad gamer, Reyes presentó la iniciativa denominada Game On, cuyo objetivo es que los esports sean reconocidos como deporte en la legislación estatal. El planteamiento apunta a otorgar un marco legal que permita el desarrollo de políticas públicas alrededor de esta actividad, con implicaciones en materia de reconocimiento, apoyo, formación y oportunidades económicas.

En sus redes sociales, la legisladora expresó el espíritu de la iniciativa con un mensaje dirigido tanto a gamers como a tomadores de decisiones. Señaló que en Nuevo León se busca “desbloquear un nuevo nivel” al reconocer a los esports como deporte, destacando que se trata de una política pública orientada a abrir puertas, generar oportunidades y colocar a la comunidad gamer en el mapa institucional. En contraste con el discurso punitivo o despectivo que suele rodear al gaming, Reyes subrayó la intención de impulsar el talento en lugar de castigarlo.

La propuesta se inscribe en un debate más amplio sobre qué actividades merecen el estatus de deporte en el siglo XXI. A nivel internacional, los esports ya cuentan con estructuras profesionales, ligas, entrenamientos especializados y audiencias masivas, elementos que han llevado a varios países a reconocerlos formalmente dentro de su marco deportivo. En México, sin embargo, el reconocimiento legal aún es limitado y fragmentado, lo que deja a jugadores y organizaciones en una zona gris.

Aunque la iniciativa Game On se presenta a nivel estatal, su alcance podría tener resonancia nacional si logra generar consenso en distintas cámaras y niveles de gobierno. Por ahora, la propuesta abre una conversación que va más allá del gaming: cuestiona los prejuicios institucionales, el enfoque recaudatorio frente al cultural y la manera en que el Estado decide apoyar o frenar nuevas industrias. El seguimiento legislativo será clave para determinar si esta postura encuentra eco o queda como una voz aislada en un debate que apenas comienza.