Nesa Pong fue la primera consola hecha en México: salió en la década de los 70's y compitió en el mercado con Atari

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Diego Gutiérrez

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Diego Gutiérrez

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Estudiante universitario de Comunicación y Periodismo, amante de los deportes, fanático del buen cine y del manga/anime, entusiasta de los videojuegos y, ahora, editor en 3DJuegos LATAM. Mi juego favorito es TLOZ Ocarina of Time, porque es el que me introdujo a este apasionante, y a la vez viciante, mundo del gaming.

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Aunque en la Latinoamérica, la presencia de los videojuegos es más que importante, no lo es tanto en el mercado de consolas hechas en la región. Aún así, a lo largo de los años han existido intentos por crear una plataforma que compita con los grandes de la industria, y en el caso especial de México, hubo una consola de sobremesa con planes ambiciosos en al década de 1970.

51 años de Nesa Pong: de Michoacán para el mundo

No muchos en el país conocen la historia detrás de la primera consola mexicana de la historia: su nombre era Nesa Pong. Fue lanzada al mercado nacional en 1973, creada por el ingeniero Morris Behar Pérez y su compañía Novedades Electrónicas S.A. -de ahí el nombre de Nesa-, cuya sede estaba en Zamora, Michoacán. En aquel entonces, la primer generación de consolas, como Pong de Allan Alcorn de Atari, apenas estaban incursionando en los hogares.

Nesa Pong tuvo unas cuantas versiones en el mercado, pero la original era una robusta carcasa metálica negra con controles giratorios en ambos lados para el juego local de dos jugadores. Destacaba por su placa plateada con el nombre de la consola y una imagen del juego Pong, uno de los tres incluidos (los otros eran Futbolito y Squash). Contaba con botones para seleccionar partidas y reiniciarlas, además de interruptores para encender/apagar y cambiar la cantidad de jugadores.

Nesa Pong Imagenes
Nesa Pong Primera Consola Mexicana

La razón por la que fracasó Nesa Pong

Pese a ser una de las primeras consolas, Phillip Penix-Tadsen de la Universidad de Delaware menciona que los hogares mexicanos no estaban listos para hacer un gasto importante. Tener una consola en casa era considerado un lujo total, reservado para solo un pequeño nicho. Sin embargo, esa no fue una razón detrás de su fracaso.

El hijo del ingeniero Morris Behar, José Behar, compartió una experiencia de lo que sucedió al interior de la empresa. Según él, su padre era un excelente inventos, un maravilloso ingeniero, pero un pésimo empresario. El punto crítico llegó cuando uno de los socios de compañía, encargado de manejar las finanzas, desapareció con el dinero en sus bolsillos, dejando a Novedades Electrónicas S.A. en la bancarrota.

De hecho, Phillip Penix-Tadsen abre el debate sobre los aportes tecnológicos de Nesa Pong. Además de ser fabricada enteramente en México y ser pionera en tecnología Latinoamericana, la consola podría haber sido la primera en incorporar un botón para pausar la partida. Este mérito se le atribuye a Channel F, pero el investigador de la Universidad de Delaware argumenta que la consola mexicana salió con el invento tres años antes. Sin embargo, esto no está avalado del todo.

Lo que sí es un hecho es la historia sepultó a Nesa Pong en el olvido colectivo de una nación. Ahora, 51 años después de su llegada, recordamos esta consola como el primer intento de México en entrar en este mercado aparentemente dominado por extranjeros. Por otro lado, un par de emprendedores en Guanajuato están desarrollando una portátil mexicana, llamada Skillnest Alfa.

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