Tuvieron que pasar aproximadamente 11 años para que Blizzard presentara el siguiente capítulo de su icónica saga de RPG con Diablo 4. Si bien la tercera entrega parecía ser la más longeva por sus numerosas temporadas, no faltaba mucho para que un nuevo capítulo llegara a intentar el éxito. Hemos vivido en las entrañas del infierno para conocer todo lo que tiene que ofrecer Diablo 4 y aquí te decimos si vale la comprar
esta nueva entrega.
La saga de Diablo no necesita presentación. A lo largo de los años y a través de muchas generaciones este monstruo de los RPGs isométricos se ha encargado de brindar toneladas de horas de diversión a muchísimos jugadores a lo largo del mundo. Ya sea que lo juegues en PC, consolas o smartphones, esta franquicia seguirá presente por mucho tiempo más. En esta ocasión nos toca presenciar la cuarta parte, cuya historia, mecánicas de juego y aventura auguran un buen futuro para la saga.
Abandonar toda esperanza, quienes entran aquí
La historia de Diablo 4 nos ambienta en Santuario, un mundo oscuro que se ha bañado en desgracia y sufrimiento por el resurgimiento de feroces y peligrosos demonios. Lilith, hija de Mephisto y soberana del odio, ha sido invocada nuevamente mediante un ritual oscuro para despertarla de su letargo. Su mera presencia significa una nueva ola de oscuridad inminente por todo Santuario. El título de Lilith no está de adorno ya que sus poderes se basan en despertar los deseos más ardientes, impuros, así como descontrolar la ira y violencia de los más débiles, por lo que cada lugar de Santuario ha caído bajo su control.
Por si esto no fuera suficiente, el regreso de esta reina del inframundo ha dado a pie al resurgimiento de cultos y adoradores del mal dispuestos a obedecer las órdenes de la madre suprema en cada malévolo plan. Es así como nuestro héroe o heroína llega a estas tierras, con el propósito de erradicar toda la maldad de Santuario lo más pronto posible.
Creemos que la historia de Diablo 4 es demasiado “amigable” para los nuevos jugadores
Cabe señalar que, al igual que su pasada entrega, Diablo 4 tiene una historia lo suficientemente bien estructurada como para disfrutarse de pies a cabeza, aunque, desde nuestro punto de vista, con mucho más recursos narrativos. Tanto las misiones principales como las misiones secundarias ofrecen mucha profundidad para la historia, ideal si tu propósito es únicamente completar esta sección. Sabemos que muchos jugadores no escogen precisamente Diablo por su historia, pues la experiencia de juego es mucho más llamativa, pero está presente y es agradable, por lo que no deberías dejar de considerar este apartado.
Eso sí, a pesar de ser la cuarta entrega, creemos que la historia de Diablo 4 es demasiado “amigable” para los nuevos jugadores, por lo que si es tu primera entrega, podrás disfrutarla sin ningún problema. Durante cada acto, existen cinemáticas que refuerzan el hilo principal de la historia, cosa que… ufff, vaya que disfrutamos cada vez que aparecían. Siendo honestos, desde sus primeras presentaciones, Diablo 4 prometía contar con un tono más oscuro y violento en cuanto a historia, lo que pudimos confirmar con nuestros propios ojos durante nuestras sesiones de juego.
Eso por la parte positiva, pero por el lado negativo, al tener muchísimas actividades por hacer en Santuario, el jugador se puede distraer fácilmente de su objetivo principal. Así que recomendamos prestar atención total a la historia para no extraviarte a los cinco minutos. Sea cual sea la forma de jugarlo, Diablo 4 superó con creces nuestras expectativas y es una historia muy atractiva para todos los jugadores. No te contamos más para arruinar una posible sorpresa, solo esperamos que la disfrutes tanto como nosotros.
Se abrieron las puertas del infierno
Ahora, ¿cómo se siente jugar Diablo 4? ¿existe un salto cuántico entre la tercera entrega y esta nueva? Realmente no, y no es que eso sea algo negativo, para nada, sino que existía una estructura tan bien aterrizada en cuanto a jugabilidad que Blizzard aplica el “si no está descompuesto, no lo arregles”. Los jugadores veteranos —que siendo sinceros, creemos que son la mayoría que están viendo este video— conocen perfectamente la forma de jugar Diablo. Te sorprenderá ver que todo es prácticamente lo mismo, con la bondad de una presentación estéticamente más agradable y ordenada, con varios menús y atajos rápidos para hacer sentir la experiencia más fluida. Y si es tu primera vez entrando a este vasto universo, no te preocupes, el juego te lleva de la mano para conocer las herramientas básicas antes de iniciar tu travesía por Santuario.
Todas las clases de Diablo 4 están equilibradas en cuanto a su progresión, evitando arrepentirte por un personaje áspero y sin sentido
Uno de los cambios más notorios de primera instancia es la reducción de clases comparándolos con los que teníamos en la entrega anterior. En Diablo 4 tenemos acceso al Bárbaro, Druida, Nigromante, Hechicero y Renegado. Todas ellas con su respectiva versión masculina y femenina. Sabemos que el eterno dilema de “qué clase es la mejor del juego” persiste cada que inicias una nueva aventura, aunque nosotros te podemos asegurar que todas las clases están equilibradas en cuanto a su progresión, evitando arrepentirte por un personaje áspero y sin sentido. Esperamos que lleguen muchas más conforme pasa el tiempo y las temporadas.
Durante nuestras sesiones en la beta abierta pudimos jugar hasta el cansancio con la clase Hechicero y Bárbaro, dos estilos completamente diferentes, uno con ataques a distancia y otro en combate melee. A veces una clase hacía que extrañáramos a la otra por sus habilidades, pero en ningún momento nos hicieron arrepentirnos de nuestra decisión. Para la reseña pudimos estar en los zapatos de la clase Nigromante; cosa más maravillosa comandar tu ejército de muertos vivientes gracias al progreso del personaje, y eso que es una clase nerfeada hasta el cansancio.
Sea cual sea la clase que escojas al principio, y sin importar si tu elección fue por una estrategia o solamente por querer experimentar, Diablo 4 está pensado para ser una experiencia disfrutable en todo momento. Mientras más avanzas en el árbol de habilidades, más te vuelves experto. Repetimos, todas las clases están pensadas para destacar en el juego, eso te lo podemos asegurar.
Ya que tocamos el punto de la progresión… wow, acá se ve que los desarrolladores sí desquitaron el sueldo. Este “pequeño” árbol de habilidades es una cosa extremadamente larga, ideal para los jugadores más hambrientos y exigentes de la saga. Conforme el jugador vaya explorando y matando demonios, aumentará de nivel, otorgando puntos de experiencia que podrá gastar en el árbol de habilidades para conseguir nuevos movimientos. Todas las habilidades están pensadas en brindar una cierta ventaja tanto en ataque como en defensa: para generar escudos, buffeos, habilidades temporales y mucho más. Incluso existen pequeños perks que se pueden adquirir para potenciar aún más las habilidades equipadas.
Para los jugadores más hardcore, los verdaderos señores Diablo, sabemos que esto es más que pan comido y en cuestión de minutos lo van a desbloquear en su totalidad. Pero para todos ellos regresa la sección de Páragon, el punto de partida al verdadero endgame de Diablo cuando se sobrepasa el nivel 50. Hay una gran cantidad alta de apartados que incrementan la fuerza, inteligencia, fuerza de voluntad y destreza. También se pueden combinar con runas cuyo efecto amplifica el rango o efecto de cada habilidad. Hablar de cada uno de estos puntos nos tomaría mucho tiempo, así que solo nos limitamos de nueva cuenta a invitarte a probar cada apartado. El reto va dirigido tanto al público más casual como para el hardcore, mandándoles un mensaje conciso: si estás en busca de otro título que robe la poca vida social que tenías después de Tears of the Kingdom, Diablo 4 es la respuesta.
Obviamente no puede ser un buen juego Diablo sin los accesorios e ítems que el jugador podrá recolectar en cada visita a las mazmorras, santuarios y cavernas. Eso dependerá por supuesto de la dificultad que se seleccione en cada sesión de juego; mientras más alto sea el reto, más jugosas serán las recompensas. Sin mencionar que, como ya es costumbre, el tentador modo Hardcore, donde la muerte significa perder a tu héroe y su equipo permanentemente, es de lo más llamativo. Lo sabemos, revisar los stats uno por uno hasta encontrar la mejor combinación puede significar para algunos lo más pesado y tedioso de Diablo, pero siendo sinceros, es la verdadera carnita y lo que más se disfruta de este título.
También nos emociona saber que a partir de que el juego esté disponible para todo el mundo, la comunidad más veterana y experta no tardará en crear un sin fin de videotutoriales o guías para sacar el provecho a cada uno de los aspectos del juego. Si hoy por hoy Diablo es de las franquicias más exitosas de su género, es precisamente por su fiel comunidad.
Suena abrumador la cantidad de cosas por hacer, aunque ni siquiera hemos pasado a hablar del mapa, otro acierto rotundo que tiene esta nueva entrega. Santuario es un mundo ENORME, que guarda muchísimos secretos en cada rincón y cuyas actividades ofrecen un sin fin de horas extras de juego a la par de la historia principal. Una de las novedades que más nos llamó la atención es la posibilidad de acceder a eventos espontáneos que suceden en tiempo real, una forma de poner a prueba las habilidades de los héroes ante una gran oleada de poderosos enemigos, donde además se deben completar varios objetivos para salir avante.
Podemos tener una ligera queja en cuanto al diseño de la infinidad de cuevas y catacumbas por explorar, pues en algunas ocasiones se llegaban a repetir. No es algo que influya fuertemente en nuestra forma de disfrutar el juego, aunque sí es notorio. Por otro lado, si eres de los que le gusta completar desafíos y desbloquear armaduras especiales por cada reto, estás de suerte, ya que dicho apartado regresa y vuelve a ser una avalancha de pruebas para los que nos les basta con un mundo gigantesco… porque nunca es suficiente… ¿verdad?
Diablo 4 sigue siendo el juego predilecto para que tú y tus amigos pasen una docena de horas jugando
Diablo 4 sigue siendo el juego predilecto para que tú y tus amigos pasen una docena de horas jugando
Ahora bien, las bondades de Battle.net te permiten tener registrado tu progreso en la nube para que así puedas entrar a la plataforma que elijas y reanudar donde lo dejaste. Durante la versión beta pudimos acceder en una Xbox Series X, Xbox Series S y PlayStation 5, todas y cada una de las plataformas tuvieron un buen desempeño gráfico. Durante nuestra versión de reseña pudimos jugar en una PC, con una tarjeta RTX 3050 Ti y realmente la experiencia fue buena, claro con sus respectivas limitaciones. Obviamente, si hablamos de la versión de PC, el rendimiento dependerá de los specs de cada máquina, por lo que te recomendamos prestar atención antes de hacer tu compra.
Durante nuestra travesía por Diablo 4 no encontramos problemas que obedecieran a la parte técnica, algún crasheo irritante o severo. El único problema fue con un par de texturas flotantes que aparecían en algunas ocasiones, pero nada que las actualizaciones no resuelvan. Por la parte del multiplayer, Diablo 4 sigue siendo el juego predilecto para que tú y tus amigos pasen una docena de horas jugando. Y si eres de los que se muere por jugar en línea, te gustará saber que, al estilo de Apex Legends, se implementó una ruleta con gestos y acciones rápidas para poder comunicarte con otros jugadores con solo acceder a un botón. Ahora que si lo tuyo es aterrorizar a los demás, puedes invadir mundos ajenos para reclamar las recompensas y colonizar de una manera más alocada otros mundos. En otras palabras, la diversión siempre está asegurada.
Ahora. El mayor problema de Diablo, como ya es costumbre, son sus caprichosos servidores: a veces tan estables, a veces tan inestables. Tuvimos problemas durante la beta, entrando a colas de espera larguísimas para los jugadores y durante la reseña, nos sacó un par de veces sin encontrar una razón. Un problema que se irá solucionando con el paso del tiempo, pero que será un dolor de cabeza para otros indudablemente. Cabe señalar que durante nuestro análisis, éramos “pocas personas” jugando en esos momentos y en un servidor especial, por esa razón no tuvimos muchos problemas. La verdadera prueba de fuego será durante el lanzamiento oficial y en los accesos anticipados. Advertidas y advertidos están.
Aunque no tuvimos acceso a la tienda, Blizzard asegura que estos aspectos se enfocarán exclusivamente en la parte cosmética, sin afectar la parte jugable. Esperemos que mantengan esta promesa y no resulte ser un caso similar como Diablo Immortal, ya que fue uno de los motivos por los que la gente abandonó el juego.
Por último, pero no por ello menos importante, está la parte auditiva. Para empezar, como ya es tradición con Blizzard, nos complace anunciar que Diablo 4 cuenta con textos y voces al español latino. Un trabajo sobresaliente por parte de los actores de doblaje y que mantiene la esencia de Diablo en cada momento. La música, aunque no es de lo más épico, logra darle la esencia oscura que tanto necesita la ambientación.
¿Vale la pena Diablo 4?
Diablo demuestra una vez más porque es el rey… o más bien, el verdadero demonio en su género. Su cuarta entrega reafirma una vez más que la hegemonía perdurará por un par de años más. Sobra decir que vale la pena, es un título que te va a ofrecer mil y un horas de diversión con tus amigos o en solitario. Apunten otro título más a la lista de candidatos a Mejor Juego del Año, demostrando una vez más que 2023 es un gran año para todos los videojugadores. Ve con cautela durante tus recorridos por Santuario y... ¡salve Lilith, Madre Bendita!
