Luego de una semana de pausa, la Fórmula 1 regresa este domingo y lo hace a lo grande con el estreno de una nueva carrera: el Crypto.com Miami Grand Prix. Pero no tienes que esperar hasta el fin de semana para poder ver este circuito porque nosotros ya lo jugamos en F1 22.
Anunciada en abril del año pasado, la pista está situada en los alrededores del Hard Rock Stadium -mejor conocido como el estadio de los Delfines de Miami-. Es un circuito muy equilibrado con secciones rectas y curvas amplias, compatibles con rebases espectaculares, así como segmentos técnicos con abundantes curvas y chicanas estrechas que requieren paciencia y control. Cabe acotar que la pista, acentuada por colores turquesa, es una de las pocas en el calendario con sentido contrario a las manecillas del reloj.
El recorrido de poco más de 5 kilómetros comienza con una horquilla a la derecha que se debe pasar en segunda marcha y seguramente va a cobrar víctimas en la largada, donde todos los pilotos se amontonan.
Luego viene una chicana abierta y fácil de seguir que da pie a la curva 3, un codo extenso a la derecha a más de 260 kilómetros por hora que se disfruta muchísimo, subiendo hasta séptima velocidad y contemplando el estadio del lado derecho. Pero luego vienen las curvas 4 y 5, combas incómodas que invitan a ir rápido pero con pericia. Aquí se puede rebasar, pero también podrías salirte del recorrido fácilmente.
Esta pista resultó desafiante y divertida
Entonces viene una vuelta muy pronunciada hacia la izquierda, situada en La Marina, aunque honestamente no ves barcos, lo que sí notas es la primera zona DRS.
Es así como entramos a uno de los 2 segmentos más rápidos del trazado, una recta de unos 10 segundos con dobleces muy discretos, pasando a través de unas canchas de tenis que sólo se aprecian desde el aire. Acá se puede pisar el acelerador a fondo y por lo mismo alberga la segunda zona DRS, pero da pié al segmento más desafiante, técnico y difícil de la competencia: las curvas 11 a 15. Aquí no se puede ir muy rápido porque es una vuelta tras otra, y no parece haber muchas oportunidades de rebase porque también constituye el pedazo más estrecho del recorrido. Acá hay que hacerse muy amigo de los bordillos. Como detalle, en este punto pasas debajo de los puentes de acceso a la carretera estatal 91, uno de los pocos referentes visuales, además del estadio.
El estadio es el punto de referencia más llamativo de esta pista
De ahí nos vamos a la curva 16 a la izquierda -la típica que debes atacar realmente despacio para salir lo más rápido posible- que da pié a una recta todavía más pronunciada sobre la calle 203 de Miami. Son 15 deliciosos segundos a 300 kilómetros por hora, viendo el sol atravesar las palmeras y los árboles, cuyo clímax es la aparición del monumental estadio de los Delfines de Miami, no sin antes doblar a la izquierda en una desabrida vuelta con un callejón vacío de fondo, ideal para que Lewis Hamilton se salga de la pista. Este extraño segmento sirve de antesala, entonces sí, para la última parte del circuito, pit lane del lado derecho y la línea de meta. Serán 57 vueltas a un circuito con 19 curvas a una velocidad promedio de 222 kilómetros por hora. Un giro aquí debería cronometrarse en poco menos de un minuto y 30 segundos.
Probamos esta pista en un build prematuro para PC
Desde el punto de vista jugable, esta pista resultó desafiante y divertida en la misma proporción, que es lo más importante; no tan fácil como Imola o Monza, que son como para ir con el pié pegado al acelerador, pero tampoco tan frustrante como Mónaco, donde es lo contrario: se tiene que ir con el pié en el freno y sin posibilidades de rebase.
Dicho eso, la experiencia visual no es precisamente espectacular. Todo gira, literalmente, en torno al estadio. De ahí en fuera, como jugador, sólo ves palmeras y puentes, pero la dichosa marina ni se aprecia y, hasta donde sabemos, será falsa porque ahí no existe tal cosa en condiciones regulares. La idea original era que el circuito estuviera en la costa y emulara las postales que produce Mónaco. No fue así, y todo quedó en un muelle teatral que, insistimos ni puedes ver, realmente.
Si tuviéramos que colocar esta pista en una categoría basada en dificultad, la catalogaríamos como intermedia. Nos gustó, aunque hay otras que son más atractivas, tanto desde lo visual, como desde lo jugable, lo cual tiene muy poco que ver con la ejecución de Codemasters, cuyo trabajo aquí es formidable.
Probamos esta pista en un build prematuro para PC, con una RTX 3060 y un procesador AMD Ryzen 5 5600x. Con valores en Very High, Ultra y RTX activado, promediamos unos 50 cuadros por segundo, mientras que con los mismos valores, pero sin RTX, superamos fácilmente los 100 FPS. No experimentamos problema alguno, pero de nuevo, aún estamos lejos de la versión final del juego, misma que saldrá el 1 de julio. Permanece atento en 3DJuegos.lat para ir más allá del circuito de Miami próximamente.
