Reseña de Disney Illusion Island: Mickey Mouse y sus amigos están de regreso en un bellísimo metroidvania exclusivo de Nintendo Switch

La historia de Mickey Mouse y sus amigos en los videojuegos es muy larga, aunque si pensamos específicamente en los juegos de plataformas protagonizados por el querido ratón de Disney nuestra lista se reduce bastante y se remonta, sobre todo, a la década de los años noventa.

Luego de una década desde que vimos el remake de Castle of Illusion y Epic Mickey 2, el personaje más emblemático de Walt Disney Company vuelve a ser la estrella de un plataformero en el que no está solo, sino que vuelve con sus amigos en una aventura completamente original.

Mickey, Minnie, Donald y Goofy llegan a Nintendo Switch en un metroidvania de plataformas desarrollado por el equipo británico de Dlala Studios, los mismos que estuvieron a cargo de revivir hace poco la mítica serie Battletoads de Rare. Con bellísimas animaciones hechas a mano, diseños inéditos de los personajes, un mundo muy colorido y las voces originales de toda la pandilla en las cinemáticas –también disponible en español latino–, Mickey y sus amigos buscan conquistar a los amantes del género.

¿Está este juego a la altura del legado de Mickey dentro de los videojuegos? ¿Vale la pena Disney Illusion Island? Aquí te lo decimos.

Una aventura original con bellísimas animaciones y cuidado a los detalles

De primera instancia, Disney Illusion Island es un juego de plataformas que nos recuerda un poco, por su presentación, a juegos como Rayman Origins y Rayman Legends de Ubisoft. Además de gráficos muy bonitos y una dirección artística muy original, ver la diminuta escala de los personajes en una pantalla HD es algo que nos remonta de inmediato a cuando jugamos los juegos más recientes de Rayman. No obstante, no pasa mucho tiempo para darse cuenta de que el nuevo plataformero de Disney tiene mecánicas y objetivos muy distintos.

Un día como cualquier otro, Mickey, Minnie, Donald y Goofy reciben una invitación para lo que parece un picnic en un lugar llamado Monoth. Ahí se encuentran con Toku, el líder de una especie de conejitos adorables conocidos como Hokuns. Resulta que esta invitación no es más que una solicitud de ayuda de los Hokuns para ayudar a salvar su mundo. Los Tomos del Conocimiento, que son tres libros de suma importancia para la estabilidad de Monoth, se han perdido, por lo que Toku necesita ayuda de Mickey y sus amigos para recuperarlos.

Con una bella cinemática se nos ofrece este contexto y aunque Donald no está muy de acuerdo en cambiar su apacible picnic por una arriesgada aventura, los demás están felices al poder demostrar su valentía y así convertirse en héroes para los habitantes de Monoth.

Que no te engañe que cada uno de los cuatro personajes jugables tienen distintos movimientos, pues al final del día, a nivel jugable, son exactamente iguales, pese a la impresión que pueda dar su manera de caminar o saltar. Es genial ver cómo Dlala puso mucho empeño y atención a los detalles para dotar de muchísima personalidad a cada uno de los protagonistas con sus animaciones y accesorios que son muy fieles a lo que podría esperarse de cada uno de ellos. Vaya, al comenzar el juego notarás de inmediato uno de sus principales valores: esas increíbles animaciones.

Un metroidvania de plataformas, sin combate

Ahora bien, hay un par de diferencias clave en Disney Illusion Island con respecto a otros juegos del género. La primera de ellas es que no existe un sistema de combate. No es que Monoth esté libre de amenazas, pero todas ellas más bien tienen que evitarse para sobrevivir en lugar de enfrentarlas. Debes concentrarte en evitar tocar cualquier cosa que parezca peligrosa: eso es todo.

La segunda diferencia es que el juego está estructurado como un metroidvania: tenemos un gigantesco mapa único que conecta los tres biomas de Monoth, pero las habilidades de los protagonistas limitan a qué se tiene acceso dependiendo de la progresión en la campaña. ¿Hay una pared que te interrumpe el paso, un obstáculo imposible de sortear o un salto imposible? Quizá es porque todavía no has desbloqueado la habilidad necesaria para llegar ahí.

A menudo te encontrarás con puertas que tienen candados con tres cerraduras, el diseño de los niveles te pondrá a explorar zonas específicas del mapa con distintos desafíos plataformeros que, al ser superados, te premiarán con las llaves necesarias para pasar. Otras veces habrá puertas que solo se abren de un solo lado, por lo que si no puedes pasar por ahí quizá sea hasta mucho después que llegues a ese mismo punto por otro lado y despejes el obstáculo, de manera que generes atajos que serán útiles en la exploración libre. Como sea, siempre tienes el mapa que es una muy útil referencia para no perderte en el laberíntico diseño del mapa; al final del día todo termina conectando y es muy satisfactorio.

De esta manera, iniciarás tu aventura con un salto como única habilidad pero terminarás por desbloquear poderosas habilidades como la capacidad de planear y aprovechar corrientes de aire para volar o sumergirte en el agua para bucear. Adicionalmente, hay algunas habilidades específicamente diseñadas para usarse en las partidas cooperativas.

Embárcate en una nueva aventura con Mickey y sus amigos en una caprichosa búsqueda por la misteriosa isla de Monoth en #DisneyIllusionIsland, ¡ya disponible en #NintendoSwitch! https://t.co/EoMiGRn143 pic.twitter.com/j9Q760BPYr

— Nintendo Latinoamérica (@NintendoLatam) July 28, 2023

Disney Illusion Island es un juego que puedes disfrutar por completo en solitario, pero sus desarrolladores afirman que la pasarás mejor si lo juegas con amigos. Estas habilidades cooperativas no son otra cosa que la posibilidad de apoyarse mutuamente cuando hace falta, lo que hace que este juego sea perfecto para que un jugador experimentado lo disfrute al lado de un principiante. Por ejemplo, si tu aliado ha sufrido daño, puedes abrazarlo para darle un corazón extra. Si a tu compañero se le dificulta saltar en las plataformas hasta un punto alto, puedes arrojarle una cuerda para que suba por ahí si tú llegaste primero. Estas ayudas son una manera creativa de fomentar el juego cooperativo, al tiempo de balancear un poco las partidas para que sean aptas tanto para jugadores experimentados como para quienes nunca antes se acercaron a un plataformero.

Un juego con muchas opciones de accesibilidad, pero un inicio muy lento

Sobre el papel todo esto suena muy bien, pero ¿qué tan bien le sienta a Disney Illusion Island esta estructura de plataformero / metroidvania sin un sistema de combate? La verdad es que no tan bien en las primeras horas del juego,  pues todo inicia con un ritmo lento y monótono. Estar limitado únicamente a saltar en las primeras horas con una interacción nula con los adversarios simplifica muchos de los desafíos iniciales y le da un toque muy simple a la experiencia.

Llegar a un rincón del mapa y luego tener que volver de regreso al mismo sitio donde iniciaste puede sentirse repetitivo cuando tu set de movimientos es tan limitado y eso es algo que le pesa al juego en poco más de dos horas… que se sienten como un porcentaje considerable si consideramos que la aventura no es muy larga. Si bien es un magnífico punto de entrada para los principiantes en el género, a los veteranos quizá no les agrade mucho este arranque tan lento.

Nos parece que la jugabilidad de Disney Illusion Island se pone buena tras obtener la cuerda y la habilidad de flotar, que es más o menos cuando llevas cerca de un 40% de la campaña. En ese punto tanto el diseño de niveles como las amenazas comienzan a ser más interesantes y desafiantes; quizá lo suficiente como para hacerte olvidar ese extraño y lento inicio. De hecho, hay un pico de dificultad que podría llegar a sentirse un poco abrupto para los principiantes, aunque no deben preocuparse, pues el juego tiene montones de opciones de accesibilidad para que cada quien tenga un desafío a la medida de sus necesidades.

Disney Illusion Island no tiene un selector de dificultad como tal, pero cada jugador puede elegir el número de corazones disponibles en su barra de salud como una manera de escalar los desafíos. Para quien nunca ha jugado un plataformero quizá le convenga elegir el corazón de acero que es inmune a todo el daño. A los veteranos les recomendamos que desde el inicio elijan el modo de un corazón, o en otras palabras, un solo toque de cualquier enemigo y estarás de regreso en el último checkpoint. Puedes elegir entre uno, dos y tres corazones dependiendo de tus habilidades. Si a pesar de todo esto los jugadores menos experimentados siguen teniendo problemas para superar los desafíos hay otro tipo de asistencias que ofrecen pistas adicionales en la exploración o te permiten contar con un poco más tiempo de reacción ante los embates enemigos.

Disney Illusion Island nos deja con ganas de más de sus mejores desafíos

Como dijimos, el juego alcanza su clímax y sus mejores propuestas jugables más o menos en la segunda mitad de la aventura, que es cuando has desbloqueado todo el set de habilidades del protagonista. Para nada el desafío alcanza los niveles de un Crash Bandicoot, Donkey Kong Country o Rayman Legends, pero las secciones de Monoth que se permiten entregar desafíos en los que entran en juego todas las habilidades plataformeras del jugador ofrecen retos bastante competentes. La recta final de la campaña es muy buena y sólo nos hace reprochar un poco que el arranque de la aventura haya desperdiciado valioso tiempo en algo que pudo haber tenido un poco más de variedad y consistencia desde el inicio si se hubiera modificado un poco la estructura de la progresión.

Te encontrarás también con algunas batallas contra jefes, un tanto extrañas ante la ausencia de un sistema de combate, pero al final del día muy satisfactorias como retos plataformeros. Desafortunadamente son tan pocas que nos dejan con ganas de más de este tipo de desafíos.

Montones de coleccionables con magníficas referencias

Estamos hablando que terminar la campaña sin preocuparte mucho por los extras puede tomarte unas 7 horas, aunque si eres jugador completista, seguro no querrás dejar pasar un montón de coleccionables que te esperan por todo el mapa. Nosotros jugamos poco más de 10 horas y todavía dejamos uno que otro rincón del mapa sin explorar.

Hay tarjetas coleccionables con el perfil de todos los personajes de la aventura, quienes, por cierto, resultan un poco exóticos para lo que nos tienen acostumbrados los universos relacionados con Mickey y sus amigos. Si eres fan de los Disney Parks, te alegrará saber que también hay una cacería de Mickeys Ocultos: deberás estar atento a cualquier silueta con los tres círculos clásicos del ratón y estar listo para fotografiarlos todos. Entre otros coleccionables también encontramos memorabilia alusiva a la mayoría de los cortometrajes que ha habido en la historia de Mickey, desde Steamboat Willie hasta los más recientes cortos de Paul Rudish, algo que los fans acérrimos de Disney van a agradecer mucho.

Alcanzar muchos de estos coleccionables quizá te lleve a secciones del mapa un poco más intrincadas y con desafíos plataformeros más pronunciados, por lo que completar el juego al cien por ciento puede ser un buen reto para jugadores veteranos. En el menú principal también podrás encontrar una galería con desbloqueables que te permiten acceder a artes conceptuales y bocetos que muestran cómo los desarrolladores llegaron a esta presentación de Mickey y sus amigos que, aunque son parecidos a los que vimos en los contemporáneos cortos de Paul Rudish, tienen su propia identidad visual y animaciones que son un tributo a casi un siglo de apariciones de estos personajes en la pantalla.

¿Vale la pena Disney Illusion Island?

Entonces, ¿Vale la pena Disney Illusion Island? El nuevo metroidvania de Mickey y sus amigos nos deja con buenas impresiones, pero también con algunas inconsistencias que lo alejan de la perfección.

La presentación es magnífica, la dirección artística toda una fantasía para el aficionado de Disney. Las animaciones de los personajes y su personalidad a lo largo de la aventura son tan buenas como el humor ligero que se maneja en este viaje a Monoth y que corresponde totalmente a la obra de Disney. La banda sonora es muy buena y las transiciones sonoras entre una zona del mapa y otra están muy bien cuidadas. En general se nota mucha atención a pequeños detalles; un producto muy auténtico y bien cuidado, en el que se nota mucho cariño por la licencia que representa.

Disney Illusion Island es un juego que bien puede ser el primer metroidvania de un niño pequeño o, por qué no, la oportunidad para que cualquier jugador experimentado vaya de la mano con cualquier principiante, conquistando los desafíos de la aventura juntos y apoyándose entre sí. No faltan las opciones de accesibilidad para que nadie se quede sin jugarlo.

Desafortunadamente, la estructura de este juego como metroidvania sin combate nos deja ante un arranque muy lento, simple y monótono. Justo cuando el juego alcanza sus mayores notas de creatividad y se pone bueno en cuanto a la variedad en la jugabilidad es cuando se empieza a precipitar hacia el desenlace. Incluso la mayoría de las cinemáticas y revelaciones de la historia están en la recta final del juego y nos deja pensando por qué no hubo una repartición más homogénea de los contenidos a lo largo de las ocho horas de duración de la campaña para que tuviera un ritmo más consistente.

No es que esté mal tener un juego relativamente corto para los estándares contemporáneos –finalmente Disney Illusion Island es congruente al venderse al precio reducido de 39.99 USD–, pero lo que sí le pesa al juego es que tarde tanto en llegar a su clímax, que nos deja deseando más de sus buenos desafíos que denotan mucho potencial que no se aprovechó al máximo.

Con un saborcito indie y pese a sus defectos, Disney Illusion Island vale la pena y es un gran retorno de Mickey Mouse a los juegos de plataformas. No podemos calificarlo como un indispensable, siendo que quienes más lo van a disfrutar son los fans de la licencia que representa y aquellos que lo podrían tomar como su primer metroidvania. Es un juego por el que puedes esperar un poco, pero de todos modos uno que conviene que tengas en el radar.