La actualización 20.0.0 de Switch le dice adiós al Donkey Kong de Rare: Nintendo olvida la nostalgia

Nintendo lanzó la versión 20.0.0 del firmware de la Switch, que a simple vista, es una actualización con funciones preparatorias para el lanzamiento de la próxima consola, la tan esperada Switch 2 en junio, y un puñado de cambios técnicos bajo el capó. Pero quienes llevan años con la consola saben que las pequeñas cosas importan.

Nuevos icónos de personaje para Nintendo Switch

Nintendo ha hecho un pequeño, pero significativo rediseño de algunos íconos de usuario. En total, fueron 17 los avatares actualizados con esta nueva versión del sistema: 14 relacionados con la serie Super Mario y tres con Pikmin. A decir verdad, la mayoría de estos ajustes podrían pasar inadvertidos si no se los mira con lupa.

El Caparazón Verde, la Flor de Fuego, el Bloque de Interrogación o la clásica Estrella mantienen su esencia. Pero lo cierto es que hay ligeros cambios en líneas, sombreados, y proporciones que los alinean más con el estilo artístico actual de Nintendo, sobre todo con el que estamos viendo en títulos como Super Mario Bros. Wonder.

En el caso de los Pikmin, los ajustes son más evidentes: ojos renovados, flores más realistas, y un aire más vivo en general. Pero sin duda, el cambio de Donkey Kong es el más significativo. Se trata de un rediseño completo, inspirado claramente en su nueva imagen para los próximos juegos Mario Kart World y Donkey Kong Bananza que saldrán en la sucesora de la Switch.

El nuevo DK es más redondo, con mejillas más marcadas, una sonrisa más amplia, y un pelaje con texturas más suaves. El ícono ya no parece extraído del modelo clásico de Smash Bros., sino de la película más reciente de Super Mario Bros.

Algunos celebran el cambio. Lo ven como un paso natural para actualizar la imagen de un personaje que ha estado casi congelado estéticamente desde hace más de una década. Argumentan que la nueva imagen es más coherente con el estilo visual que Nintendo ha desarrollado en sus últimos juegos: más expresivo, amigable y cinematográfico.

Pero para otros, es una traición al legado. El viejo Donkey Kong no solo era un personaje, era un símbolo de una era, de una forma de hacer videojuegos que apelaba tanto al reto como al carisma. Para esos jugadores, este nuevo DK se siente como una versión suavizada, sin la misma fuerza bruta ni la mirada fiera que lo caracterizaba.

Al final del día, lo que importa es que Donkey Kong sigue aquí. Ya sea con cejas nuevas o no, su esencia sigue intacta: un héroe simiesco que ha sobrevivido a décadas de videojuegos, que ha ido del arcade a las aventuras en la jungla, y que, con o sin rediseño, seguirá aplastando barriles y todo lo que encuentre a su paso por muchos años más.