En los últimos años, el precio de los videojuegos en México ha cambiado drásticamente, y lo que antes parecía un "gasto accesible", hoy se ha convertido en un lujo para muchos (los vemos a ustedes, nuevos juegos de Nintendo Switch 2). Aunque la inflación es un factor clave en este aumento, no es el único responsable.
El tipo de cambio, los impuestos, las transformaciones en la distribución y hasta factores externos como pandemias o crisis económicas nos permiten entender cómo llegamos a esta situación, y cómo ha cambiado en el precio de los videojuegos en el país desde 2008 hasta 2025.
2008: el año que cambió la economía gamer
En 2008, comprar un videojuego nuevo en México costaba en promedio entre $450 y $1,000 MXN. Este precio se mantenía relativamente estable, y aunque variaba según la consola o la tienda, los jugadores no veían cambios drásticos de un año a otro. Sin embargo, la economía del país comenzaba a resentir los efectos de la crisis financiera que ese mismo año impactó mercados a nivel global.
¿Qué pasó entre todos estos años para que el día de hoy un juego pueda costar más de 4 salarios mínimos? La respuesta no es sencilla. No se trata solo de que todo sube con el tiempo, sino de un conjunto de factores que han hecho que los precios de los videojuegos aumenten más rápido que los salarios. En este sentido, mirar hacia atrás nos ayuda a entender por qué jugar en México se ha vuelto más caro y qué podría pasar en el futuro.

La inflación es una de las razones principales, pero no la única. En 2009, según algunas guías de precios de Gameplanet que consultamos, los videojuegos tenían un precio promedio que rara vez superaba los $1,000 y difícilmente bajaba de los $450 en títulos de generaciones como el PS2. Para los estrenos en consolas de sobremesa, el costo variaba según la plataforma y la tienda.
Aunque no era un gasto menor, el poder adquisitivo de los consumidores todavía alcanzaba para costear nuevos lanzamientos sin que se sintiera como un lujo inalcanzable. Sin embargo, con el tiempo, otros factores empezaron a pesar más en la ecuación. Uno de ellos fue la situación económica del país y su relación con la industria del gaming. Como nos explicó el historiador de la Universidad Nacional Autónoma de México, Iván Castañeda:
“La crisis de 2008 golpeó fuerte porque no fue solo un problema de empleo o producción, sino del sistema financiero. En Estados Unidos, los bancos colapsaron y eso afectó el crédito en todo el mundo. En México, aunque el impacto no fue tan brutal, sí hubo una desaceleración económica, menos acceso a financiamiento y una devaluación del peso”

Esto significó que el costo de importar tecnología y bienes de entretenimiento aumentara, afectando directamente el precio de los videojuegos.
"La gente empezó a gastar con más cuidado, priorizando lo esencial", explica Castañeda. "El consumo de bienes costosos, como aparatos electrónicos, cayó porque la gente no tenía tanto dinero para gastar. Sin embargo, el entretenimiento en casa creció porque era más barato quedarse en casa viendo una película o jugando que salir. También aumentó la compra de productos de segunda mano y se buscaron alternativas más económicas para el ocio"
Mario Kart World en 2025: un parteaguas en los precios
En 2025, la diferencia de precios con 2009 es evidente. Hoy, un juego de estreno puede superar llegar a costar hasta 2,000 pesos, mientras que muchos títulos de presupuesto medio están por encima de los 700 pesos. Juegos como Dragon's Dogma 2 Deluxe Edition o Starfield pueden costar mínimo 1,700 pesos, algo impensable hace quince años. Este aumento no solo se debe a la inflación, sino también a otros factores macroeconómicos como la volatilidad del dólar, los costos de distribución y los impuestos a productos digitales.

Un ejemplo reciente que pone en perspectiva esta problemática es el caso de Mario Kart World, el primer gran exclusivo de Nintendo Switch 2. Confirmado oficialmente, este juego llegará a México con un precio de 2,000 pesos en su versión estándar, estableciendo un nuevo récord como el juego base más caro en la historia del mercado nacional. No estamos hablando de ediciones de colección ni bundles especiales: solo el juego, sin extras. Esto encendió las alarmas entre los fans, porque aunque ya sabíamos que Nintendo planeaba precios más altos para su nueva consola, ver un título de 80 dólares convertido en 2,000 pesos mexicanos pegó más fuerte de lo esperado.
Una nueva normalidad para el gamer: los precios de lujo
El panorama se complica todavía más cuando notamos que no todos los títulos de Switch 2 seguirán ese mismo precio: Donkey Kong: Bananza llegará en 1,749 pesos, mostrando que Nintendo aplicará tarifas “caso por caso” según la franquicia y el tamaño del juego. Sin embargo, el daño ya está hecho. Mario Kart World refleja perfectamente hacia dónde vamos: una nueva generación donde incluso los juegos familiares, tradicionalmente más accesibles, ahora son parte de un mercado cada vez más elitista.

La inflación ha sido un factor clave en este proceso. En términos simples, la inflación es el aumento sostenido de los precios a lo largo del tiempo, lo que hace que el dinero pierda valor. Como dice Castañeda,
“Desde 2008 hasta ahora, varias crisis han afectado la inflación en México. Primero, la crisis financiera de 2008, que debilitó la economía y depreció el peso. Luego, en 2017, el llamado ‘gasolinazo’, cuando el gobierno dejó de subsidiar la gasolina y su precio subió, lo que encareció el transporte y prácticamente todo lo demás. Después vino la pandemia en 2020, que generó escasez de materias primas y problemas en la cadena de suministro, lo que hizo que los precios de muchos productos aumentaran”
Para la industria del gaming, esto significó que los costos de producción y distribución también subieran, reflejándose en el precio final al consumidor.
"México depende mucho de las importaciones", añade el historiador. "Cualquier crisis que afecte el tipo de cambio o los costos de transporte hace que los productos importados suban de precio. En el caso de la tecnología, por ejemplo, cualquier fluctuación del dólar repercute en el costo final que paga el consumidor"
¿Qué le depara al precio de los videojuegos en México?
Hoy, el panorama no parece mejorar en el corto plazo. Los precios de los videojuegos siguen en aumento, y aunque hay opciones más económicas como suscripciones al estilo de Game Pass, la realidad es que, al día de hoy, comprar un juego nuevo se ha vuelto un gasto significativo para los jugadores en México.
"Los precios han subido, pero lo que realmente importa es qué tanto puede comprar la gente con su sueldo, y ahí es donde la brecha sigue siendo grande", concluye Castañeda. "Para las clases medias y bajas, la inflación en productos de consumo diario, como comida y transporte, ha pegado mucho más fuerte. Aunque hay más opciones tecnológicas económicas, sigue siendo un gasto considerable"

La combinación de inflación, impuestos, tipo de cambio y crisis globales han llevado a que los precios se disparen. La pregunta ahora es: ¿llegaremos a un punto en el que jugar sea un lujo solo para algunos? O bien, ¿encontrará la industria nuevas maneras de hacer los juegos más accesibles? Solo el tiempo lo dirá.
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