¿Recuerdas el primer Pokémon que elegiste cuando tuviste a los tres iniciales frente a ti? ¿Recuerdas qué te llevó a elegir a ESE Pokémon que finalmente escogiste? Nuestras decisiones muchas veces no son tan conscientes como creemos, y eso incluye algo tan simple como preferir un Charmander por encima de un Squirtle o un Bulbasaur.
En nuestro afán de entender por qué tantos niños prefieren al tierno dinosaurio naranja, consultamos a dos especialistas, una en psicología y otra en historia del arte, para que nos expliquen por qué criaturas como Charmander suelen ser las favoritas frente a otros pocket monsters tan poderosos o llamativos.
La idea surge de una serie de videos virales en TikTok, donde se observa a niños eligiendo peluches de Pokémon. Curiosamente, los más pequeños tienden a inclinarse por personajes adorables como Charmander, dejando de lado a otros Pokémon igualmente poderosos o populares. Estos videos han despertado nuestro interés, en un intento por comprender por qué los niños se sienten más atraídos por dicho personaje.
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La elección de Charmander desde un punto de vista psicológico
Según la neuropsicóloga de la conducta infantil, Jade Sánchez González, Licenciada en Psicología de la Universidad del Valle de México y Posgrado en Neurología y Neuropsicología de la Conducta Infantil en la Universidad Autónoma de Barcelona, uno de los elementos que influyen en la preferencia de muchos niños por Charmander es la exposición a los colores primarios.
Desde una edad temprana, los niños suelen estar rodeados de colores como el rojo, azul y amarillo, y tanto Charmander como Squirtle presentan estos tonos, lo que podría hacerlos más atractivos visualmente.
Sin embargo, Sánchez González señala que la atracción hacia Charmander podría ir más allá del color. Desde un punto de vista antropomórfico, Charmander es el Pokémon inicial que más se asemeja a un osito de felpa o a animales domésticos caricaturizados. Esta similitud con objetos y animales que los niños asocian con comodidad y ternura podría explicar su popularidad.
Charmander es el Pokémon inicial que más se asemeja a un osito de felpa
“Por una parte, los colores que inicialmente se enseñan y a los que más están expuestos son a los colores primarios, en ese sentido tanto Charmander como Squirtle serían los favoritos. Pero antropomórficamente, Charmander es el más parecido a un osito de felpa o incluso a animales domésticos caricaturizados, lo cual podría ser una posible respuesta a la preferencia infantil”, mencionó al respecto Jade Sánchez.
Otro factor importante es la relación que muchos niños desarrollan con los dinosaurios desde temprana edad. Charmander, con su apariencia de reptil y su asociación con criaturas prehistóricas, podría evocar esta fascinación infantil por los dinosaurios. Esta identificación y familiarización con formas animales o mitológicas a través del juego o la imaginación puede generar una conexión emocional que influye en la elección de Charmander sobre otros Pokémon iniciales.
“La vinculación que tenemos desde pequeños a los dinosaurios podría ser otra explicación de la identificación y la familiarización que se tiene con este personaje”, comentó Sánchez.
En resumen, y siguiendo esta lógica, la elección de Charmander no se debe únicamente a su color, sino también a la familiaridad que los niños encuentran en su forma y su conexión con figuras reconfortantes o fascinantes, como ositos de peluche y dinosaurios. Estos factores psicológicos combinados crean una fuerte preferencia por este Pokémon entre los más pequeños.
Los primeros años de la sensibilidad artística: una explicación estética
Colores vibrantes como el naranja pueden generar sensaciones de energía y entusiasmo
La respuesta al por qué de esta inclinación infantil hacia Charmander la podemos encontrar no solo en la psicología: la historia y la estética también tienen algo que decir. De acuerdo con Ingrid de la Luz Bastida, Licenciada en Historia del Arte por la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, existe una razón arquetípica e inconsciente en nuestra temprana elección por una figura como Charmander, además de un motivo claramente estético:
“El diseño y el color de Charmander parecen inconscientemente atraer la atención infantil, algo que lo diferencia de pokemones más apagados como Bulbasaur o Squirtle”. Este efecto, de acuerdo con Luz Bastida, recuerda el uso que se le dio al color en el arte barroco, donde las tonalidades cálidas siempre destacaron sobre los fondos oscuros con la intención de dirigir la mirada hacia elementos clave.
Según Bastida, en un contexto de mera apreciación artística, la forma y el color del personaje son clave en la primera interpretación estética de un niño, ya que estos elementos despiertan emociones en nosotros, lo que nos permite realizar asociaciones bastante particulares: “colores vibrantes como el naranja de Charmander pueden generar sensaciones de energía y entusiasmo”.
Esta “atracción visual” que genera Charmander puede verse como una elección básica en nuestra conformación como seres humanos
Por supuesto, la elección del niño, además de corresponder a un impulso estético ligado a nuestra conformación como seres humanos, también podría ser el reflejo de algo mucho más profundo, que encuentra sus raíces en la memoria colectiva.
Siguiendo los preceptos de la filosofía de los arquetipos de Carl Jung, la historiadora señala que: “la cola en llamas [de Charmander] evoca el control sobre uno de los cuatro elementos clásicos, el fuego, símbolo de poder y transformación en diversas culturas. Este carácter lo convierte en una elección fascinante para los niños, que posiblemente ven en él una síntesis de la fuerza y la evolución”.
El dragón, como protagonista de innumerables leyendas, encarnaría la búsqueda infantil por lo grandioso y lo extraordinario.
En cualquier caso, esta “atracción visual” que genera Charmander en un infante, más allá de un simple y jocoso gesto, puede verse como una elección básica en nuestra conformación como seres humanos que no solo influye en nuestras elecciones estéticas: también afecta cómo interpretamos la personalidad y el trasfondo de cada figura, orientándonos hacia aquellas que resuenan más intensamente con nuestras emociones y aspiraciones.
En conclusión, expertos en psicología y estética han identificado una combinación de factores emocionales, estéticos y culturales que explican esta predilección. Desde la familiaridad con los colores primarios y la similitud con figuras reconfortantes como ositos de peluche, hasta la atracción por figuras mitológicas como los dragones, Charmander parece resonar con una profunda conexión infantil.
TikTok ha servido como una ventana para observar este fenómeno y comprender mejor las elecciones de los niños en el mundo de Pokémon.*
*Esta investigación fue realizada de manera colaborativa por Ayax Bellido y Jesús Zamora.
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