Toyotaro habla sobre el peso de continuar Dragon Ball tras la muerte de Akira Toriyama: “No creo que tenga que asumir toda la responsabilidad yo solo”

Ha pasado ya más de un año desde que el mundo del manga se sacudió con la noticia de la muerte de Akira Toriyama. En ese tiempo, Dragon Ball, su obra insignia y legado inagotable, no se ha detenido. Continúa en las páginas, en proyectos de animación como Daima, videojuegos y, por supuesto, en el corazón de millones de fans alrededor del mundo. Pero una pregunta ha sobrevolado todas estas iniciativas desde entonces: ¿quién puede realmente cargar con el peso de continuar lo que creó Toriyama?

Toyotaro y el peso de ser el sucesor de Akira Toriyama

Durante una entrevista en la Japan Expo recuperada por Radio France, Toyotaro, actual mangaka de Dragon Ball Super y para muchos el sucesor elegido por Toriyama, fue cuestionado sobre lo que significa para él tomar las riendas de una obra tan influyente, y cómo vive el peso de ser considerado el sucesor de uno de los mangakas más importantes de todos los tiempos. Lejos de asumir un papel protagónico, su respuesta fue desarmantemente honesta:

“No me veo como su sucesor, su heredero, sino como miembro del equipo que intenta seguir difundiendo la obra de Akira Toriyama al mundo. No creo que tenga que asumir toda la responsabilidad. Es compartida y no estoy solo”.

Esta afirmación puede parecer simple, pero en un medio que tiende a mitificar tanto a sus creadores como a sus continuadores, Toyotaro se posiciona como parte de una comunidad (de artistas, editores, animadores y sobre todo fans) que construyen juntos el futuro de Dragon Ball. No es un “nuevo Toriyama”, y no pretende serlo. Y ahí, en esa conciencia de los límites propios, puede radicar la mayor muestra de respeto hacia la obra original.

Toyotaro también compartió algunos recuerdos personales de su relación con Toriyama, a quien describe como “una persona verdaderamente amable, increíblemente tolerante, como un anciano sabio”. Hablo de su rigor, de su capacidad para ser inflexible con una idea cuando la tenía clara, y del miedo a decepcionarlo que muchas veces lo acompañaba. Pero también, y sobre todo, habla del aprendizaje:

“Me enseñó el arte del manga directamente. Esta técnica que me transmitió… debe ser un legado que proteja. Debo tomarlo en mis manos”.

A lo largo de los años, Toyotaro ha sido objeto de elogios y críticas. Algunos lectores lo acusan de no estar a la altura, de no tener el mismo “sentido del humor” o el mismo “ritmo visual” que Toriyama, incluso Torishima (exeditor de Akira Toriyama), en la misma Japan Expo le hizo una dura crítica por su falta de dinamismo en los paneles de batallas.

También están lo que los defienden con pasión, destacando su habilidad para emular el estilo del maestro y su entrega total al universo que ama desde niño. Sea cual sea la postura, esta entrevista deja claro que él mismo tiene plena conciencia del lugar que ocupa y de sus límites.

Decir que no se ve como el heredero no es una evasión. Es una forma de descentralizarse en una industria que tiende a buscar nuevas figuras mesiánicas. Y también es una declaración de amor al trabajo colectivo: no hace falta llevar todo el peso, a veces basta con sostener la antorcha por un rato y pasarla con cuidado.