Poco después de que la pandemia pasó por su peor momento, Netflix encontró en las series producidas en Corea del Sur una mina de oro que no se cansa de explotar. Muchas de esas ambiciones vienen a partir del enorme éxito de El Juego del Calamar, estrenada en 2021 y que ha puesto al servicio de streaming en una posición envidiable... pero no todas son buenas noticias.
Mientras Bloomberg calcula que El Juego del Calamar generó, cuando menos, 900 millones de dólares en beneficios para Netflix, para el creador, director y guionista de la serie, Hwang Dong-hyuk, su pago habría sido suficiente para "poner comida sobre la mesa". Un poco menos exagerado que solo lo suficiente para vivir, pero mucho menos que lo que Netflix ha generado con su obra.
¿Qué salió mal? Una vieja jugarreta de Hollywood: el creador de la serie renunció a los derechos de propiedad intelectual de la serie y a las regalías. En otras palabras, Netflix le pagó por hacer la serie, dirigirla y escribirla, pero no hay nada extra. No importa que la serie sea un éxito a nivel mundial y que abra la puerta a nuevos mercados, incluso si hubiera productos relacionados, el creador no vería un solo dólar extra en sus ganancias.
¿Netflix es el verdadero villano?
Un modelo de negocio inaceptable
Esta tendencia de comprar las IP tiene años sucediendo en la industria del entretenimiento, impidiendo que artista de cómics, por ejemplo, obtengan algún beneficio de las series y películas de Marvel o DC Comics. Y justo por estas cuestiones es que en estos momentos Hollywood se enfrenta a la huelga de escritores, la cual ha retrasado varias producciones de HBO como The Last of Us, la última temporada de Stranger Things y hasta películas de Marvel, Star Wars y Avatar.
Netflix ha entrado a diferentes mercados internacionales con políticas poco amigables con los creadores y acuerdos que le permiten beneficiarse de cualquier producción invertida. Lamentablemente una serie como El Juego del Calamar no hubiera sido posible sin Netflix, situación que reconoce su creador y que, al mismo tiempo, crítica:
"Les pido que miren más allá del corto plazo y enfoquen esto como un paso adelante para nutrir todo el ecosistema. Para que haya la próxima "El Juego del Calamar" o "Parasite", se debe garantizar el sustento de los creadores"
Mientras que en Estados Unidos la huelga de escritores apunta por un trato más justo para los creadores de series y películas, hay territorios como Corea del Sur que podrían seguir sufriendo de tratos injustos.