La mayor debilidad de Superman se creó fuera del cómic: así fue como la Kriptonita nació en un show de radio

Arquetipo del superhéroe por excelencia, Superman se ha convertido en el ícono más representativo del género, y al día de hoy, muchos conocemos de cabo a rabo su lore sin necesidad de haber leído los cómics. En este sentido, lo que muchos fanáticos del Hombre de Acero ni imaginan es que uno de los elementos más importantes en la historia del personaje no nació en los cómics, sino en la radio: hablamos, por supuesto, de la kryptonita.

El origen secreto de la kryptonita

Hoy en día, resulta casi imposible hablar de Superman sin pensar en la kryptonita. Esta sustancia verde, originaria de su planeta natal, Krypton, debilita por completo a nuestro héroe, volviéndolo vulnerable como cualquier humano. A lo largo de los años ha evolucionado en distintas formas y colores, con diferentes efectos, pero su papel como “el talón de Aquiles” de Superman se ha mantenido firme. Y lo más curioso es que este elemento tan central… no surgió de las páginas, sino de las ondas radiales.

Fue en 1943, durante una transmisión del programa de radio The Adventures of Superman, cuando apareció por primera vez la kryptonita. ¿La razón? El actor que interpretaba a Superman, Bud Collyer, necesitaba un descanso, y los productores buscaron una excusa dentro de la trama para que su personaje estuviera presente pero sin hablar. Así nació esta sustancia alienígena, que debilitaba a Superman al punto de dejarlo inmóvil y en silencio.

Lo cierto es que la inclusión de la kryptonita no solo resolvió un problema de producción, sino que humanizó a un personaje que, hasta ese momento, parecía invencible. A partir de ahí, Superman dejó de ser simplemente un dios entre mortales y empezó a enfrentarse con conflictos más complejos, tanto físicos como emocionales. Ese pequeño “detalle” cambió todo.

Como puedes ver, la kryptonita, creada casi por accidente, terminó convirtiéndose en una de las herramientas narrativas más efectivas del cómic, dejando atrás elementos como que Superman no podía volar o que Clark Kent era pelón en un inicio. La verdad es que, además de asombroso, este suceso es una muestra clara de cómo las ideas más inesperadas pueden marcar para siempre a los íconos culturales. En el caso del Hombre de Acero, una simple piedra verde se volvió parte esencial del lore del personaje.