Una de las películas que más he disfrutado en lo que va de 2025 ciertamente es Grand Theft Hamlet: un documental que pone a prueba el medio de los videojuegos y ofrece una interpretación absurda, violenta y poética de la obra de Shakespeare en el motor de juego de GTA Online. Para fortuna de todos, los creadores podrían seguir ofreciéndonos experiencias de este tipo: y no solo con GTA, sino con decenas de juegos más.
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Grand Theft Hamlet es básicamente un performance de Shakespeare en una película rodada completamente dentro de Grand Theft Auto Online, además del documento de ese proceso creativo. Nació en plena pandemia, como un juego entre Sam Crane y Mark Oosterveen, interacción que pronto cayó bajo la dirección de Pinny Grylls. De esta manera, lo que empezó como un experimento terminó siendo una interpretación shakesperiana tan caótica como brillante, donde lo digital y el arte más bien clásico colisionan, creado algo completamente nuevp.
Tuve la fortuna de entrevistar a Sam Crane y Pinny Grylls, y entre risas y reflexiones sobre Shakespeare y el gaming, los creadores señalaron su interés en experimentar con más juegos. Para ellos, el mundo digital es un lienzo en blanco y quedan cientos de posibilidades esperando a ser exploradas.
"Hemos estado jugando Cyberpunk recientemente", mencionaron durante la conversación. "Hay un mundo de juegos que queremos explorar y estamos emocionados por todas las posibilidades".
Esta idea de mezclar artes escénicas con videojuegos abre una conversación necesaria sobre los límites del arte y del medio interactivo. Grand Theft Hamlet es un paso importante en la dirección de borrar las fronteras entre ambos mundos, convirtiendo el formato trasmedia en un producto hijo de nuestro tiempo: necesario para entender la evolución del arte y clave para redefinir la narrativa en los videojuegos.
Ahora imagina otra obra shakesperiana en Night City, con neones parpadeantes y samuráis cibernéticos declamando versos en medio del caos. Con el ojo de Pinny Grylls detrás de la cámara y la interpretación de Sam Crane, las posibilidades son infinitas, y vaya que estaríamos dispuestos a ver un nuevo performance realizado por los artistas ingleses. Y es que si algo nos ha enseñado Grand Theft Hamlet, es que en los videojuegos, el teatro y el cine pueden encontrarse en los lugares más inesperados.
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