Finalmente, hemos podido ver el último episodio de la segunda temporada de The Last of Us, y aunque la serie bajó el ritmo en varios de sus capítulos, la conclusión ha sido tan trepidante como desgarradora. Y para dejarnos una probadita de lo que podremos ver en la tercera temporada, una última escena protagonizada por Abby nos dejó con la piel erizada y con la promesa de que la historia está lejos de terminar.
ATENCIÓN: A PARTIR DE AQUÍ HAY SPOILERS. Como muchos esperábamos, la recta final de la temporada nos llevó de lleno a Seattle, donde Ellie, Dina, Jesse y Tommy llegaron, unas en busca de venganza, otros tratando de proteger a su comunidad. Lo que siguió fue una espiral de violencia que terminó con Jesse muerto de un disparo, Tommy gravemente herido, y Ellie acorralada por Abby justo cuando creía tener el control. De esta manera, el episodio terminó en un cliffhanger brutal, donde no sabemos si Abby le dispara o no a Ellie. Pero eso no fue lo único que nos dejó el cierre de temporada…
La escena final nos transporta al día uno de Abby en Seattle. La vemos salir a un balcón, observar el estadio reconvertido en base de operaciones de los Lobos, y tomar aire antes de lo que será su misión. Podrá parecer una simple escena de preparación, pero lo cierto es que esta analepsis nos lleva justo al inicio de su travesía, algo que en el videojuego de The Last of Us Part II funciona como el punto de partida para conocer su lado de la historia. No es solo un detalle: es una declaración de intenciones para la tercera temporada.

Si la serie de Max decide adaptar fielmente el arco de Abby (como todo parece indicar), eso significa que la próxima temporada nos mostrará su viaje completo: sus motivos para ir tras de Joel, sus pérdidas, y cómo su conflicto con Ellie la marcará tanto como a la misma Ellie. Lo que viene no será fácil de ver ni de digerir, pero sí necesario para entender todo el cuadro.
De esta manera, veremos a Abby integrarse de lleno a las filas de los Lobos, realizar misiones, relacionarse con personajes clave como Owen y Mel, y enfrentarse a decisiones difíciles que pondrán a prueba su lealtad. Su historia nos llevará por zonas que no habíamos explorado con Ellie: todo apunta a que la tercera temporada de la serie de MAX seguirá este mismo recorrido con el mismo nivel de crudeza.

Como puedes ver, la última escena de la segunda temporada de The Last of Us no solo cierra una etapa: abre un nuevo camino narrativo. Uno donde Abby no es solo una antagonista, sino un espejo (un espejo roto, para seguir con la analogía) de Ellie. Y si todo se desarrolla como en el juego, la tercera temporada podría convertirse en la más compleja emocionalmente, al obligarnos a tomar partido en una historia donde nadie tiene la razón, pero todos tienen motivos.
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