A lo largo de las últimas décadas, la industria ha hecho común la lamentable práctica de no reconocer debidamente a los creadores de cómics (y en general, de muchos otros mecanismos narrativos) que dieron vida a los personajes que aparecen en las adaptaciones que todos vamos a ver al cine.
El último caso de “borramiento autoral” fue protagonizado por Donny Cates y Ryan Stegman, creadores de Knull, uno de los personajes más populares de Marvel en los últimos años y el que parece ser el principal antagonista de Venom: The Last Dance. ¿Lo más hilarante y triste de este asunto? Los autores ni siquiera tenían conocimiento de que su personaje aparecería en la película producida por Sony.
La deuda no solo es económica: también es moral
Durante años, la industria del cine ha pasado por encima de los creadores de algunas de las más grandes historias que hemos visto en pantalla. Artistas como Steve Ditko, cocreador de Spider-Man, y Jack Kirby, cocreador de los X-Men y los Avengers, nunca han recibido el reconocimiento merecido en las adaptaciones que se han hecho de sus obras.
Pero la cosa no se queda ahí: Alan Moore, conocido principalmente por su trabajo en Watchmen, ha sido crítico del uso que las grandes corporaciones han hecho de sus historias, e incluso en épocas más recientes, artistas como David Aja, cocreador de la versión moderna de Hawkeye, ha expresado su descontento por la falta de compensación y reconocimiento en la serie homónima que hace un par de años produjo Disney.
Creadores de Knull ni siquiera sabían que su personaje iba a aparecer en Venom 3
La tendencia es clara: marginar a los creadores en favor de las grandes productoras. Y esto, por supuesto, le acaba de ocurrir a Donny Cates y Ryan Stegman con Knull, y su infame incorporación a Venom: The Last Dance.
En redes sociales, ambos autores demostraron su descontento. Por una parte, Donny Cates publicó una imagen en X con la palabra Money (“Dinero”) escrita con la tipografía de Venom, haciendo alusión a la falta de compensación por el uso de su obra en Marvel y como crítica de la tendencia corporativa de explotar el nicho superheroico solo por “dinero”.
Stegman, por otro lado, escribió un breve, pero contundente mensaje en X, en el que advertía a los fanáticos el no tener la más remota idea de que Knull saldría en la tercera película de Venom: “[Con el dinero] espero poder finalmente comprarme ese foso que hay alrededor de mi casa”, concluyó a modo de broma.
Como puedes ver, la situación es compleja, y el éxito de las adaptaciones cinematográficas de cómics contrasta con la falta de reconocimiento a los creadores originales. La deuda que tiene la industria del cine hacia los artistas que dieron vida a los icónicos personajes que todos admiramos es más que económica: también es moral y merece ser resarcida.
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