La tercera temporada de The Witcher ha llegado como una prueba crucial para la serie. Aunque ya se han confirmado dos temporadas más, Netflix ha dado marcha atrás en el pasado y ha cancelado series que tenían garantizada su continuidad, incluso aquellas que eran aclamadas y cuya próxima temporada iba a ser la última. Y en el caso de The Witcher, los resultados en audiencia... no pintan nada bien.
Si bien es cierto que la segunda temporada ya tuvo una disminución en la audiencia en comparación con la primera, sus datos aún eran sólidos y no había motivo de alarma a pesar del elevado presupuesto de la serie. Sin embargo, la situación se ha complicado con el estreno de la tercera temporada, ya que la decadencia en la audiencia se ha acentuado.
Según los datos proporcionados por Netflix, la tercera temporada de The Witcher debutó con 73 millones de horas reproducidas durante la semana pasada, muy por debajo de los 142,43 millones de la segunda temporada. Algunos podrían argumentar que esto se debe a que la temporada aún no está completa y que es lógico que obtenga peores resultados con solo cinco episodios.
Si bien es cierto, esta explicación se queda corta para justificar la magnitud de la diferencia. Pero si quieres buscar más excusas sobre su desempeño, la segunda temporada se estrenó un viernes, mientras que la tercera se estrenó un jueves, lo que significa que tuvo un día menos para alcanzar los resultados ya favorables de la anterior entrega.
Estas cifras se suman a las recientes declaraciones de Anya Chalotra, quien reveló que ni siquiera ha conocido en persona a Liam Hemsworth y que apenas han hablado por correo electrónico. Esto pone en duda el futuro de la serie y plantea un escenario incierto para Netflix.
The Witcher ha pasado de ser parte de la nobleza de la plataforma a encontrarse en una situación más difícil de definir. Tal vez sea hora de que Netflix reconsidere la continuidad de la serie, especialmente sin Henry Cavill y con un reemplazo incierto.