Considerado uno de los personajes más odiados, en la serie de The Last of Us Seth ha encontrado un destino muy diferente: su redención a través de la figura de Ellie. Lo cierto es que se trata de una versión muy distinta a la que vimos en el videojuego, y eso resalta bastante: acá tienes todas las diferencias entre ambas versiones de Seth.
Seth: el enemigo de Ellie que encontró la redención
Cuando Seth surgió, lo hizo como un personaje menor, un hombre de Jackson que, durante una fiesta, hizo comentarios lesbofóbicos hacia Ellie y Dina. Su aparición en el juego fue breve y no tuvo desarrollo posterior, lo que lo dejó como una figura más funcional que profunda. En la serie de Max, esta representación casi se repitió en un formato uno a uno, manteniendo ese papel de suave antagonista. De esta manera, en ambas versiones, Seth simbolizó ese recordatorio incómodo de que, incluso en tiempos de reconstrucción, los prejuicios siguen vivos.
Sin embargo, algo que hizo la serie de MAX a diferencia del juego es ir más allá con Seth, dándole un desarrollo por completo inesperado. Fue así como, después de que Ellie pidiera justicia por la muerte de Joel y fuera ignorada, Seth fue el único que se puso de su lado. Que alguien como él defendiera a Ellie le dio a su personaje una nueva dimensión: no era solo un hombre terco, también era capaz de reconocer el valor y la rabia justa en otros.
Por supuesto, más allá de las palabras y del apoyo moral, Seth también se encargó de equipar a Ellie para su viaje: le entregó un mejor rifle y un caballo, asegurándose de que pudiera salir con una oportunidad real de sobrevivir. En un gesto casi silencioso, pero brutalmente humano, ambos incluso se dieron la mano antes de separarse. No hizo falta más: a veces la redención no viene con grandes discursos, sino con actos pequeños y decisivos.

Con esta nueva versión del personaje, Seth terminó convirtiéndose en una pieza silenciosa pero esencial para The Last of Us, y su transformación no solo enriqueció su propio personaje, sino que también amplificó el peso emocional del inicio del viaje de Ellie. No siempre se necesita ser protagonista para cambiar una historia. A veces, basta con estar en el momento correcto, y elegir de manera sabia y diferente.
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