Avatar 2: The Way of Water nos sigue entregando historias interesantes para conocer, solamente que ahora vienen desde fuera del universo de James Cameron; sino que del mundo real: ahora conoceremos a un holandés que amó tanto la película que llegó a verlas muchas veces en el cine (y cuando decimos muchas…son muchas).
El holandés Rick Pratjé ha visto Avatar 2: The Way of Water 100 veces en el cine. Pratjé habría recibido un mensaje del mismísimo James Cameron durante su centésima visita al cine. No han revelado más detalles sobre su contenido, pero se deduce que recibió el cálido agradecimiento del director. Esto fue señalado por la Agencia de Prensa Holandesa.
No bastando con las mismas palabras de Cameron, Rick Pratjé recibió un certificado que acredita oficialmente que vio Avatar 2: The Way of Water 100 veces en el cine. La película dura 3 horas, 12 minutos, por lo que podemos concluir que el holandés dedicó 13 días y 8 horas viendo la cinta.
Este número asombra; no obstante, se encuentra muy lejos del récord mundial, el cual data de 2021 y pertenece al estadounidense Ramiro Alanis, quien vio Spider-Man: No Way Home unas 292 veces. Alanis destronó al francés Arnaud Klenin, quien entró al Libro de los Récords tras ver 204 veces la película Kaamelott. Klenin hasta fue acompañado por el director Alexandre Astier a una de esas proyecciones.
Ramino Alanis decidió dedicar su hazaña a su fallecida abuela Juany
Rick Pratjé, originario de Tilburg, quería presenciar la cinta en la pantalla grande solamente 50 veces, pero se entusiasmó tanto con Avatar 2: The Way of Water que decidió llegar a la centésima visita al cine.
“Inmediatamente pensé que Avatar: The Way of Water era una gran película y la vi 20 veces en muy poco tiempo. A partir de ahí, se impuso el reto de ver esta película 50 veces y finalmente 100 veces. Y sigo descubriendo nuevos detalles”
Habíamos escuchado de historias sobre fanáticos del séptimo arte, pero ésta no deja de asombrarnos. Esperamos que Rick Pratjé realmente haya recibido el mensaje de James Cameron. Por ahora, al menos tiene el certificado, el cual podrá mostrar orgulloso a sus nietos en el futuro.