Los fans de Demon Slayer no quedaron de brazos cruzados: un hombre se orinó durante una función de Castillo Infinito, pero no logró salirse con la suya

Demon Slayer: Castillo Infinito es una experiencia que despierta toda clase de sentimientos entre los fanáticos. Sin embargo, más allá de limitar la experiencia de los más expresivos, hay líneas que definitivamente no deben cruzarse, sobre todo cuando niños son los afectados. Incluso la comunidad de Kimetsu no Yaiba es consiente de ello, por lo que, en una situación vergonzosa en un cine de Estados Unidos, no se quedaron de brazos cruzados.

Hombre que causa desastre en función de Castillo Infinito es detenido por fans

En uno de los momentos más lamentables de este fin de semana, un hombre se hizo viral en redes sociales por su terrible comportamiento en el estreno de Castillo Infinito. Durante una función en Arizona, Estados Unidos, uno de los asistentes abrió el cierre de su pantalón al momento de comenzar la pelea de Zenitsu contra Kaigaku. Después, comenzó a orinar a los fanáticos frente a su asiento, incluyendo a un pequeño niño que disfrutaba del filme.

Sin embargo, los amantes de Kimetsu no Yaiba, que hasta antes estaban emocionados con la cinta, detuvieron al hombre, dándole una serie de golpes hasta dejarlo inconsciente. El video que da fe del hecho muestra como, después de la trifulca a mitad de la función, el molesto asistente fue entregado a las autoridades correspondientes.

De acuerdo con el diario local, AZFamily, el sospechoso fue identificado como Limil Hull, y ya se encuentra en custodia, bajos los cargos de exhibicionismo, alteración del orden público, daños criminales y negarse a proporcionar un nombre verdadero. Al momento de escribir esta nota, las investigaciones continúan para otorgar la sentencia correspondiente.

Un episodio que, sin duda, mancha la celebración que representa el estreno de Demon Slayer: Castillo Infinito, pero que también deja en claro cómo la comunidad de fanáticos no tolerará abusos de este tipo. La emoción por una obra tan importante merece vivirse con respeto, y aunque lo ocurrido en Arizona fue un hecho aislado, servirá como recordatorio de que incluso en los espacios de entretenimiento debe prevalecer la responsabilidad.