Todo fan de Dragon Ball sabe que Goku no es invencible, pero siempre averigua la forma de eludir toda diferencia entre él y su oponente, y salir victorioso al final. Sin embargo, las inyecciones son la cómica excepción a esta regla, y existe una razón por la que nuestro querido saiyajin siente tanto miedo por ellas, algo que jamás se ha explicado en el manga o anime.
Antes de la explicación, cabe mencionar que lo que estamos por contarte es información no avalada por Akira Toriyama; si bien existen numerosas fuentes que corroboran esta teoría, no podemos hacer a un lado al padre de Dragon Ball, y es necesario reiterar que el mangaka no ha corroborado nada respecto a Goku y su temor a las inyecciones. Dicho eso, pasemos a lo interesante.
Dragon Ball: Goku es el reflejo de nosotros mismos, los fans
Es bastante común ver protagonistas de series de televisión, videojuegos o incluso películas fungir como la conexión entre la producción y su público; lo hemos visto en casos particularmente famosos como Link de The Legend of Zelda, y Goku no es la excepción, aunque hablando estrictamente de él, su situación es más discreta, con la intención de romper el hielo en situaciones de tensión que no escasean en la historia del anime, y provocando la vergüenza de sus amigos y esposa.
En otras palabras, Goku le tiene miedo a las inyecciones porque nosotros le tenemos miedo a las inyecciones; siendo un público infantil el que solía disfrutar de Dragon Ball en los años 90, el temor a las vacunas es uno más que común entre niños, y buscando empatizar con los fans, es que damos con la razón de este cómico Talón de Aquiles en alguien que entrena y pelea con deidades.
Otra teoría que circula sobre este tema es que Goku, al haber crecido lejos de la civilización, le teme a lo desconocido como cualquier otro ser humano. Una razón bastante convincente y más simple que la anterior, pero el problema aquí radica en que Goku sabía perfectamente bien lo que eran las inyecciones desde que vimos la primera escena graciosa de esto, y aún si no lo supiera, lo vimos más curioso que asustado con temas que desconocía, como aquella escena icónica donde... juega con el cuerpo de Bulma.