El Xbox Series X tiene un puerto escondido que casi nadie conoce y sirve para lo que menos te imaginas

Irvin Escalona

Editor

El Xbox Series X está cerca de celebrar su quinto cumpleaños, desde su lanzamiento en noviembre de 2020. Puede que los de Microsoft estén concentrados en la ROG Xbox Ally o en el seguimiento de Forza Horizon 6, pero esta consola es una máquina de potencia gráfica y desempeño operativo, la cual vale la pena aprovechar al máximo. A casi cinco años de vida, el Series X tiene secretos y funciones por descubrir.

Como cualquier consola de videojuegos, si miramos de cerca a la Xbox Series X veremos que cuenta con los clásicos puertos USB y las entradas para las conexiones HDMI y de energía eléctrica. Pero, existe una apertura en el dispositivo que no parece tener alguna función, y que la mayoría de los jugadores no han utilizado. Hoy acabaremos con ese misterio. 

El puerto secreto en el Series X

En la parte trasera de la Series X hay una entrada oculta con un el ícono de un candado en su lateral. La forma del orificio no coincide con los periféricos tradicionales que suelen conectarse a las consolas. El nombre de este puerto secreto es Kensington Lock, y sirve para algo más importante de lo que piensas.

Si alguna vez has entrado a la sección de tecnología o electrónica de una tienda departamental, verás que ciertos dispositivos (como laptops) están conectados a una especie de cable con un candado en la punta. Eso es básicamente el Kensington Lock, y el Xbox Series X incorpora esa entrada como un sistema de antirrobo para anclar la consola a un mueble en específico.

Este tipo de cerradura es común en equipos tecnológicos muy costosos para evitar robos en entornos públicos o compartidos, como oficinas y escuelas. Incluso las marcas de gaming las utilizan cuando muestran demos técnicas de sus juegos en múltiples consolas durante eventos masivos de la industria, con lo que evitan que alguien se las lleve sin permiso.

La seguridad es primero 

Por su alto valor y tamaño modesto, las consolas de videojuegos son un objetivo fácil para los ladrones. La PlayStation 5 también cuenta con el Kensington Lock en la parte trasera, y desde un punto de vista objetivo, todas las consolas deberían ofrecerlo. Al final, una consola robada es más que perder hardware, es que nos desprendan de horas de avance en un juego, cuentas con años de existencia y valiosos recuerdos que no regresarán. 

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