
A un mes de su lanzamiento, hemos tenido la oportunidad de probar Silent Hill f. Konami nos permitió jugar de manera anticipada su nuevo survival horror, y de primeras podemos decir que estamos bastante impresionados. El juego, en muchos sentidos, recupera la esencia que caracterizó a la serie en sus primeras cuatro entregas, pero al mismo tiempo entrega algo nuevo: renovado, divertido y profundamente aterrador. Esta es nuestra primera impresión de un juego que promete devolvernos al corazón del horror japonés...
La sublime pesadilla de Shimizu Hinako
Empecemos con la historia y con una advertencia: por lo menos en las cinco horas que tuvimos acceso al juego, no encontramos ninguna conexión directa con la trama principal de Silent Hill, lo que, honestamente, nos pareció irrelevante. Temática y espiritualmente, Silent Hill f pertenece a la saga por derecho propio. Su historia es tan profunda, psicológica y perturbadora como las mejores que nos ha ofrecido el Team Silent.
El juego nos presenta a Shimizu Hinako, una joven estudiante que ha crecido en la provincia de Japón, con una oscura historia marcada por los abusos y las relaciones conflictivas. Un día, Hinako y un pequeño grupo de amigos se ven atrapados en la dimensión vaporosa que es la maldición de Silent Hill. La historia se desarrolla en la década de los sesenta, y al marco de horror rural se suma una vegetación rojiza y putrefacta que va invadiendo poco a poco el pueblo de Hinako.
Dentro de la narrativa, nos encontramos con un aspecto clave: el diario de Hinako, un espacio donde aparecen dibujos y escritos sobre sus emociones y traumas; importante para poder enterarnos de todos los detalles de la trama y para avanzar en ésta. A través de su contenido, podemos adentrarnos en la mente de la protagonista, e incluso nos permite entender cómo los monstruos del juego reflejan de manera tangible sus más profundos miedos.
Es bastante curioso este caso, porque los enemigos vuelven a tener un diseño que encaja de manera perfecta en la lógica de este nuevo mundo: su aspecto se integra a la narrativa, y en ese tipo de aspectos se nota el renovado interés de Konami en los detalles. Son desagradables, incómodos: todos logran transmitir esa sensación de horror profundo y desagrado que define a Silent Hill.
La historia, escrita por Ryukishi07, está llena de matices y simbolismos: es compleja, fragmentada, y erige el tópico de la culpa como tema central, algo que nos recordará por supuesto a Silent Hill 2, pero también a clásicos como Crimen y Castigo o Indigno de Ser Humano. En cualquier caso, la narrativa está muy bien implementada, y creemos que captura la esencia de la serie con una frescura que se agradece profundamente.
¿Un pequeño giro hacia los souls?
Uno de los aspectos más destacables de Silent Hill f es la dificultad. Durante nuestra prueba, jugamos el modo historia con el objetivo de disfrutar la narrativa sin obstáculos demasiado grandes. Sin embargo, incluso en este modo, el juego mantiene su complejidad: los puzzles son desafiantes, y la tensión no disminuye ni un ápice.
En cuanto a armamento, no descubrimos ningún tipo de arma de fuego en nuestro tiempo de juego. Sin embargo, sí que ofrece una buena variedad de armas cuerpo a cuerpo: pipas, cuchillos, espadas, ozes. Todas tienen una barra de aguante, lo que significa que se rompen una vez se ha agotado su durabilidad. La variedad es amplia y cada una tiene su propio ritmo y su impacto, además de que la exploración te permitirá encontrar equipo constantemente.
El combate, aunque no se trata de una constante acción, tiene una dimensión estratégica muy interesante. Para empezar, una característica que se añade es la barra de stamina, lo que resulta en que cada acción, ya sea correr, golpear o esquivar, consuma parte de esta barra, obligando a los jugadores a gestionar con cuidado sus movimientos y calcular el momento adecuado para atacar, esquivar o defenderte.
La comparación con Souls puede ser inevitable, pero la tensión, la necesidad de gestionar la stamina y la precisión de los movimientos recuerda a esa sensación visceral de las obras de Miyazaki, adaptada a un imaginario de Silent Hill. Eso sí que quede claro: a pesar de que el combate se siente familiar, no es lo más importante. El peso de este juego recae en la atmósfera, en la sensación de terror que invade cada rincón.
La nueva barra de stamina se complementa con un sistema de cordura que disminuye cada vez que eres herido por los enemigos o te enfrentas a situaciones particularmente angustiosas. Cuando la cordura se agota, la vida de tu personaje comienza a disminuir.
También se añade un sistema de fe, el cual juega un papel muy importante. En los santuarios, que son los lugares donde guardamos nuestra partida, podrás activar este sistema, que te permite intercambiar objetos por “fe”, “fe” que puedes usar a su vez como una moneda dentro del juego y obtener habilidades pasivas que te ayudarán en combate, como la recuperación de vida al esquivar un ataque correctamente o el aumento de tu cordura. Estos objetos también pueden ser usados para curarnos o restaurar la stamina o la cordura, lo que agrega otra capa de profundidad a la estrategia del juego.
Explorando el Infierno
Estamos seguros de que el diseño del mundo de Silent Hill f sacará canas verdes a más de uno porque es sumamente intrincado y no lineal: un laberinto de calles solitarias, arrozales cubiertos por la bruma e incluso áreas que parecen salidas de un purgatorio y que nos recuerdan la sensación de claustrofobia de los primeros juegos.
La exploración, como en los clásicos de la saga, es clave, y en todo momento se premia la curiosidad. Los lugares en este pueblo no son solo puntos de acceso; se sienten como personajes en sí mismos. La sensación de un pueblo que parece muerto, pero que está de alguna forma vivo, es tan palpable que los escenarios por sí solos generan incomodidad.
El diseño artístico es impecable y fue una de las cosas que más nos gustó. Silent Hill f toma la esencia del horror japonés, trasladándola (por primera vez) a un contexto japonés de los años sesenta. Así que la estética del juego se siente como una vuelta al origen de la saga, con una fuerte influencia del Team Silent, pero adaptada a una nueva visión.
La música es otro aspecto a destacar. Akira Yamaoka, acompañado de Kensuke Inage, dan la impresión de haber creado una banda sonora insuperable, la cual mezcla la música industrial con ambientes salidos del más crudo shoegaze y ritmos del folclore japonés: un añadido fresco que explora nuevos rubros y que le da a la saga un nuevo aire mientras mantiene su esencia.
En cuanto a la parte técnica, jugamos Silent Hill f en modo rendimiento en PS5, y el resultado fue bastante sólido. La experiencia fue fluida, sin caídas significativas de frames. Sin embargo, experimentamos un pequeño bug donde un enemigo traspasó una puerta después de haber caído, aunque este incidente no tuvo un impacto negativo significativo en nuestra experiencia; sobretodo cuando recordamos que no estamos ante la versión final. Sea como sea, todo lo demás fue de perlas.
Silent Hill f nos deja con ganas de más
Lo que jugamos hasta ahora es solo la punta del iceberg. Con tan solo cinco horas de prueba, Silent Hill f nos ha dejado con más preguntas que respuestas. Y eso, en el mundo del terror, es precisamente lo que nos gusta. A pesar de los detalles técnicos muy superficiales, el potencial de este juego es innegable.
Silent Hill f es una experiencia que recupera la esencia de los primeros juegos de la saga, pero con una identidad propia. Todo parece indicar que, Silent Hill, vuelve a sus raíces, entregando una experiencia de terror que no solo nos hace revivir el miedo: nos obliga a enfrentarlo de nuevo.
¿Cuándo sale Silent Hill f en México y Latinoamérica?
Después del éxito de Silent Hill 2 Remake, Konami promete mantener la racha. Silent Hill f llegará a Xbox Series X/S, PS5 y PC el próximo 25 de septiembre. Un par de meses nos separan de perdernos en uno de los mundos más aclamados del survival horror.
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