El final de esta saga provocó decepción y frustración entre los jugadores: obligaron al estudio a cambiar el final

Ayax Bellido

Editor

En el mundo de los videojuegos, pocos finales han generado una tormenta emocional tan grande como el de Mass Effect 3. Lo que comenzó como la conclusión épica de una trilogía amada, terminó convirtiéndose en uno de los episodios más polémicos del entretenimiento digital. No por su espectacularidad o por un giro inesperado, sino porque muchos sintieron que BioWare, su creador, les había arrebatado algo más profundo: la promesa de que sus decisiones realmente importaban.

Durante años, Mass Effect construyó un universo complejo donde cada diálogo, elección moral y sacrificio definían el curso de la historia. Shepard, el comandante que los jugadores moldeaban a su manera, era el reflejo de miles de jugadores que creyeron que su destino estaba en sus manos. Pero cuando llegó el final en 2012, la ilusión se rompió.

El color del desencanto

En marzo del 2012, cuando se conoció el final de Mass Effect 3, la controversia no tardó en estallar. En el clímax de una historia que había prometido ramificaciones infinitas, los jugadores se encontraron con un desenlace que se reducía a tres opciones en las que no hay un desenlace feliz. ära muchos jugadores, cualquiera de las tres opciones ofrecían un resultado casi idéntico y para una saga construida sobre la idea de que cada decisión contaba, el final se sintió como una traición.

Las críticas se multiplicaron. Los foros de BioWare y las redes sociales ardían con teorías, reclamos y decepción. Muchos argumentaban que el desenlace no solo era incoherente con el canon, sino que dejaba más preguntas que respuestas. Otros apuntaban a un recurso narrativo forzado, una figura simbólica que carecía de la fuerza y coherencia que una historia de esa magnitud merecía.

A esto se sumaron inconsistencias notables: subtramas sin cierre, personajes cuyo destino quedaba en el aire y la ausencia de una batalla final memorable. Para una saga caracterizada por su épica, el desenlace de Mass Effect 3 resultó sorprendentemente plano.

La respuesta de BioWare y la revolución de los fans

BioWare no tardó en reaccionar. La empresa lanzó la actualización Extended Cut, una versión ampliada del final que añadía nuevas escenas, diálogos y epílogos. Buscaba aclarar puntos confusos y ofrecer algo de cierre emocional. Sin embargo, para muchos ya era demasiado tarde y la herida había calado hondo.

A más de una década del lanzamiento, el final de Mass Effect 3 sigue siendo tema de debate. Algunos lo defienden como una metáfora filosófica sobre el sacrificio y el libre albedrío; otros lo ven como el ejemplo perfecto de cómo no concluir una historia construida por y para sus jugadores.

Pero, más allá de la polémica, este episodio dejó una lección duradera: los videojuegos habían madurado. Los jugadores ya no eran simples consumidores de historias; eran coautores, partícipes de mundos que exigían coherencia y respeto por sus decisiones.


Ver todos los comentarios en https://www.3djuegos.lat

VER 0 Comentario