Konami tuvo la idea más absurda de todas en 2012: intentaron revivir Silent Hill con 3 lanzamientos casi al mismo tiempo

Jesús Zamora

Editor

Aunque ahora parece que goza de una salud inquebrantable, en 2012 Silent Hill vivió uno de los peores momentos de su historia. Tras la disolución del Team Silent, la franquicia perdió su rumbo y los inquietantes, pero enigmáticos elementos que la hicieron única. Sin embargo, Konami no dudó en continuar explotando la IP, y ese mismo año lanzó tres juegos que casi acabaron con la franquicia que todos los fanáticos del survival horror adoramos.

2012: el año que Konami sepultó a Silent Hill

Tras la salida de Silent Hill 4: The Room y el desempeño irregular que tuvo este juego entre los jugadores, Konami decidió llevar la franquicia por otro rumbo: disolvió al Team Silent, el equipo responsable de las primeras cuatro entregas, y comenzó a confiar la IP a desarrolladoras externas. Esto resultó en títulos que, aunque intentaban mantener la esencia de Silent Hill, ciertamente no lograban capturar lo que hacía única a la serie. 

Con el tiempo, llegaron títulos como Silent Hill: Origins, Silent Hill: Homecoming y Silent Hill: Shattered Memories. Estos juegos intentaron mantener el espíritu de Silent Hill, pero sin lograr recuperar la atmósfera única que la hizo grande. Sin embargo, sería en 2012 cuando se alcanzó el punto de quiebre: con el lanzamiento de tres títulos, 

  • Silent Hill HD Collection 
  • Silent Hill: Downpour 
  • Silent Hill: Book of Memories. 

La colección de los primeros títulos en HD tenía fallos técnicos graves, mientras que Downpour y Book of Memories mostraban una pérdida total de la identidad que había hecho grande a Silent Hill.

La pérdida de la identidad: de la HD Collection a Downpour

Comenzando por Silent Hill HD Collection, lanzado en marzo de 2012, el título llegó a los jugadores con problemas técnicos serios: mala calidad gráfica, errores de audio y texturas mal optimizadas, convirtiéndose en la peor versión de estos clásicos. Dicho lanzamiento no solo mostró una falta de respeto hacia la franquicia, sino también hacia los consumidores, quienes esperaban una experiencia por lo menos similar a la que experimentaron en el PS2.

Por otro lado, Silent Hill: Downpour, lanzado ese mismo mes, trató de innovar con un enfoque más centrado en la acción y un mundo abierto, pero se perdió completamente en su intento. La historia no logró captar la tensión psicológica clásica de la saga, y la jugabilidad se sintió anticuada, alejada de lo que Silent Hill representaba. Por si fuera poco, Downpour también sufrió de numerosos problemas técnicos que empañaron la experiencia.

Silent Hill: Book of Memories, lanzado en octubre de ese año para PlayStation Vita, fue un desliz aún mayor. Este título presentaba una experiencia completamente diferente, tomando la apariencia de Silent Hill pero con mecánicas de dungeon crawler. Así, en lugar de explorar el terror psicológico que hizo famosa a la saga, los jugadores se encontraron con una jugabilidad centrada en la acción y el combate, sin nada que se acercara al horror que caracterizó a los primeros juegos. Como era de esperarse, la recepción fue negativa, y muchos vieron a este juego como una aberración dentro de la franquicia.

En conjunto, estos tres títulos minaron la reputación de la serie y demostraron que Silent Hill ya no era lo que había sido en sus mejores días, consolidando al 2012 como uno de los peores años en la historia de la franquicia, y dejando a los fans con pocas esperanzas para el futuro.

Muerte y resurrección de Silent Hill

Después de estos fracasos, Konami intentó devolverle algo de dignidad a Silent Hill al asociarse con dos nombres legendarios: Hideo Kojima y Guillermo del Toro. Juntos, comenzaron a trabajar en Silent Hills, un proyecto que prometía modernizar la saga y traer de vuelta el terror psicológico que la había hecho única. El teaser jugable, P.T., mostró un enfoque fresco y bastante terrorífico. Sin embargo, Konami canceló el proyecto en 2015, enterrando la franquicia aún más profundamente. Y tendrían que pasar muchos años hasta que, en 2023, el remake de Silent Hill 2 trajera de vuelta la esperanza.

2012 marcó el final de una era para Silent Hill, no cabe duda: la falta de visión y la explotación de la franquicia a través de productos mediocres casi sepultan el legado de una saga que una vez fue sinónimo de innovación en el género del horror. Aunque el remake de Silent Hill 2 en 2023, y el posterior lanzamiento de Silent Hill f nos dan algo de esperanza, la lección está clara: el verdadero horror no solo se encuentra en los monstruos, sino en las malas (y corporativas) decisiones que pueden destruir una franquicia.

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