No cabe duda de que Akira Toriyama dio lo mejor de sí para crear el mundo y los personajes de Dragon Ball. Sin embargo, no todos los héroes y villanos que vimos en esta serie fueron creación del mangaka. Un caso muy particular es el de un personaje secundario creado exclusivamente por Toei Animation para un OVA: odiado por todos, pero ni eso pudo evitar que se convirtiera en parte del canon de la serie.
Así nació el personaje más odiado de Dragon Ball
Recordado por muchos, pero querido por solo unos pocos, el Gran Dragón (también conocido como Ícaro en algunos doblajes) es uno de los personajes más controvertidos de Dragon Ball. Apareció por primera vez en Dragon Ball Z: Una superbatalla decisiva para el planeta Tierra, la película donde también hizo su debut el malvado Turles. En esta película, el Gran Dragón se presentó como un compañero amistoso de Gohan, y a pesar de ser parte de una historia que no dejó mucha huella, su relación con este saiyajin le hizo convertirse en un frecuente de la franquicia.
Fue así como a partir de su debut en este filme, el Gran Dragón de Toei Animation siguió apareciendo en varias OVAs, e incluso estuvo presente en el anime de Dragon Ball Z: se le vio durante la saga de Garlic Jr. y más tarde en la saga de Cell como un secundario más de la plantilla, aunque no fue precisamente querido por los fans.
El rechazo hacia el Gran Dragón es curioso: no se debe solo a su origen ajeno a Akira Toriyama, sino también a su diseño poco llamativo y su nula historia. Además, su participación en la serie nos regaló una de las escenas más odiadas por los fans: la secuencia de Gohan silbando junto a él. El resultado era de esperarse: falta de impacto y relevancia en la trama le valió la indiferencia, si no, el odio de muchos, quienes consideran que su inclusión fue innecesaria.
Lo cierto es que, a pesar de no tener un rol importante y que no fue del agrado de muchos fans de la serie, el Gran Dragón logró mantenerse en el mundo de Dragon Ball, y aunque su aparición se fue reduciendo con el tiempo, su legado no terminó allí. Incluso Toyotaro, en el manga de Dragon Ball Super, dibujó una versión adulta de este dragón junto a Gohan, dando un curioso cierre a este personaje que muchos pensaron que ya había sido olvidado.
Como puedes ver, el Gran Dragón es un ejemplo de cómo Toei Animation, sin ser parte del canon original de Toriyama, logró insertar personajes que, aunque no dejaron una huella positiva, contribuyeron al vasto universo de Dragon Ball. En cualquier caso, queda claro que la huella de este personaje difícilmente pueda ser borrada, o no por lo menos en un futuro próximo.
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