Pocos se dieron cuenta, pero la nueva película de Los 4 Fantásticos incluyó un cameo que te hará olvidarte de Stan Lee

Como una de las grandes sorpresas de Marvel Studios, Los 4 Fantásticos: Primeros Pasos nos ha dejado una gran cantidad de easter eggs y cameos relacionados con los cómics. Sin embargo, hubo un cameo que realmente destacó de entre los demás: probablemente no lo notaste, pero es el tipo de aparición que te hará olvidar todos los cameos de Stan Lee que vimos en su momento.

El mejor cameo de Marvel llegó con Los 4 Fantásticos

Seguro no te diste cuenta, pero Los 4 Fantásticos: Primeros Pasos nos regaló un cameo espectacular, un cameo que muchos habíamos estado esperando desde hace mucho tiempo: la aparición de Jack Kirby, el Rey. Si no lo conoces, debes saber que Kirby fue uno de los grandes pilares de Marvel: fue el co-creador de personajes icónicos como los X-Men, Thor, los Avengers y, por supuesto, Los 4 Fantásticos. Su estilo de arte revolucionó los cómics, e incluso sigue influyendo al día de hoy. Así que este cameo es un reconocimiento a su legado, algo que era más que necesario.

El cameo de este gigante del cómic ocurrió en una de las escenas más intensas de la película: durante la llegada de Silver Surfer. En una breve, pero significativa escena, vemos que dentro de un edificio dos hombres de mediana edad están distraídos trabajando en una mesa de dibujo: uno es muy parecido a un joven Stan Lee, y el otro tiene la clara impronta de Jack Kirby. Y para que no nos quede duda de que son ellos dos, al fondo aparece un letrero que dice Timely: el nombre original de la editorial que más tarde sería conocida como Marvel.

Este cameo no solo es importante como homenaje al creador de Los 4 Fantásticos, sino como un acto de justicia por parte de Marvel. Durante años, Kirby luchó por el reconocimiento que su trabajo merecía, pero nunca tuvo el protagonismo ni la compensación justa por su rol en la creación del universo Marvel. Así que esta aparición en Primeros Pasos una forma de reivindicar su nombre, algo que la industria le debía desde hace tiempo: el mínimo tributo que merece alguien como el Rey de los cómics.