Capcom aguantó sólo algunos días tras el lanzamiento de Resident Evil 4 Remake para lanzar sus ya conocidas microtransacciones, un tema que seguramante habría causado más de un par de quejas si se hubiera revelado su existencia previo a las reseñas del juego, un movimiento obviamente planeado por la compañía japonesa para evitarse problemas.
Las microtransacciones de Resident Evil 4 Remake llegaron sin previo aviso junto con la actualización del modo Mercenaries hace apenas un par de días; estas compras opcionales rondan desde los 3 hasta 10 dólares, y se tratan de tickets canjeables por mejoras de armas, algo que ya podíamos hacer en el juego dentro del menú del vendedor, pero con esta nueva opción, el jugador puede pagar para ahorrar tiempo y esfuerzo.
El tema de las microtransacciones no ha sido uno del que se hable con gusto en videojuegos, y Resident Evil 4 Remake no es la excepción: ya sea que visites foros o redes sociales, el disgusto es más que claro entre la comunidad, algunos incluso expresando que ya no comprarán el juego debido a esta jugada de Capcom, es decir, esperar a que el juego reciba sus elogios para pasar posteriormente al tema... controversial que ya tenía más que planeado Capcom.
Resident Evil 4 Remake + microtransacciones = fans furiosos
En Reddit podemos leer comentarios como "no tiene sentido agregar microtransacciones en un juego que no las necesita" y "esto sólo daña la reputación del juego", entre otros comentarios negativos que no han parado de llegar desde que se dio a conocer la noticia. Capcom, por su lado, no ha expresado nada al respecto, simplemente lanzando este contenido prácticamente de la nada y de forma completamente inesperada, ¿o así se siente realmente?
Nos referimos por supuesto a una costumbre que tiene Capcom desde 2017; Resident Evil ha tenido microtransacciones por varios años ya, así que no debería sentirse como algo "inesperado" como algunos fans expresan. Además, recordemos que este pago adicional no es obligatorio, y no daña la experiencia dentro del juego si alguien decide ignorar estas compras.