Siempre es interesante (o curioso) ver a nuestros personajes favoritos de Dragon Ball en facetas de su vida que nunca exploró el manga o el anime, teniendo como prueba principal el nacimiento de Goku que siempre llama la atención cada vez que la historia revela algo nuevo. Los androides Número 17 y 18 alguna vez fueron humanos comunes y corrientes, incluso niños como todo terrícola, ¡y así se habrían visto!
No serán diseños originales que nos hayan presentado Akira Toriyama o Toyotaro, pero no deja de ser interesante saber cómo los fans imaginan a estos gemelos en sus días de inocentes, antes de ser raptados por el Dr. Gero y convertirse en máquinas de combate que acabaron con toda una línea temporal frente a un desesperado Gohan.
Es por esto que resulta difícil imaginarlos como niños que algún día acabarían con toda la humanidad, ¿verdad? Pues hasta que un flashback en el manga nos presente canónicamente este momento en la historia de Dragon Ball, sólo podemos imaginar lo que fans con dotes artísticos pueden mostrarnos.
Con todo y ropa idéntica para dejar más en claro que son gemelos
Otra reimaginación, esta vez más adultos y seguramente justo antes de que sucediera la tragedia
Número 17 y Número 18: antes y después
Haciendo a un lado las imaginaciones locas, la historia de Dragon Ball Super ahora nos presenta a dos gemelos más humanos que nunca; si bien 17 y 18 continúan siendo androides, lo cierto es que ya se sienten tan normales como cualquier otro personaje de Dragon Ball: ya se enamoraron y formaron familias, tal y como probablemente habrían hecho en un mundo sin la Patrulla Roja.
Si Toriyama algún día presentara la historia oficial de cómo Lapis y Lazuli (sus nombres reales) se convirtieron en androides, seguramente tendríamos frente a nosotros una historia trágica, una que podría lanzarse en forma de OVA similar a lo visto con Trunks del futuro, y siguiendo la tradición de aquella historia, podríamos romper en lágrimas tras ver estos acontecimientos que acabaron con las vidas de dos hermanos que simplemente tuvieron mala suerte.